Toresani fue hijo, padre, jugador de fútbol, director técnico, fue enemigo y amigo de Maradona, tuvo cáncer y se curó. Sin embargo, todos lo recuerdan como un volante por derecha con sacrificio y temperamento, de gran recorrido por la banda y que podía jugar prácticamente en cualquier puesto. Durante un partido podía tranquilamente recuperar una pelota como lateral y llegar al gol como un extremo.

Sus enormes condiciones lo llevaron a jugar en River y en Boca; también en Independiente. Como hincha de Colón fue parte del mayor logro de la historia de Unión, la final inolvidable por el ascenso en 1989.

El Huevo nació el 5 de diciembre de 1967, en la Ciudad de Santa Fe. Arrancó su carrera en Unión en 1986, donde jugó hasta 1991 con un breve paso de una temporada por Instituto. Del Tatengue pasó a River, donde tuvo el mejor momento de su carrera logrando los campeonatos Apertura 91, Apertura 93 y Apertura 94.

Tras esto, dejó River para volver a su tierra natal y cumplir el sueño de su vida: ser jugador de Colón. Por este motivo, recibió enormes críticas en una ciudad que tiene un sentido de pertenencia muy grande por sus clubes. Fue tildado como un "traidor" por los hinchas de Unión.

Toresani, en su paso por el Sabalero, dejó uno de los episodios más recordados por el mundo futbolero: el cruce con Maradona. Eso lo caracterizaba. No le importaba contra quién jugaba ni ante quién se enfrentaba. Para él eran todos iguales. Por eso dijo cuando lo echaron en ese partido que el Xeneize ganó por 1 a 0: "A mí me echó Maradona, y lo que diga él cuando escuche esto me importa un carajo. Quisiera tenerlo en frente a ver si me dice que después del partido me iba agarrar. Yo me la banco, lo iría a buscar a la casa".

Luego del encontronazo con el Diego, el Huevo iba a dar una noticia bomba en 1996. Pasaba de Colón a Boca y se reconciliaba con Maradona. En todos los clubes iba a dejar su marca y el Xeneize no fue la excepción. En la cancha donde fue campeón marcó un gol en la victoria por 2 a 1 en el último Superclásico del 10.

Después, César Luis Menotti lo llevó a Independiente. Luego jugó en Audax Italiano de Chile y se retiró en Patronato en la temporada 2003-2004 para comenzar su carrera como entrenador donde dirigió en cuatro países entre 2005 y 2019.

En el 2012 le habían detectado cáncer del tipo linfoma no-Hodking: "Un miércoles, después de jugar al fútbol con amigos en Santa Fe, me toqué el cuello y sentí un bulto. Lo comenté y me dijeron que me hiciera revisar. El lunes siguiente ya me estaban operando para hacer una biopsia", le había contado Toresani al diario Olé. Pero la peleó y se curó.

La falta de trabajo, la separación con su exmujer y no ver a sus tres hijos lo llevaron a una profunda depresión. Alejado de todos sus afectos y hasta de la gente, vivió sus últimos días en el predio de la Liga Santafesina, un lugar lejano en los límites de la ciudad de Santa Fe hacia el norte.

Dos semanas antes, había tenido un primer intento de suicidio pero los médicos del Hospital Dr. Cullen le salvaron la vida. El 22 de abril del 2019 la historia iba a ser irremediable. Un empleado del predio encontró muerto a Julio Toresani en su habitación.

Por el fútbol, por sus peleas, por sus historias, por sus goles, celebraciones y declaraciones, Julio César Toresani, más conocido como el "Huevo" será por siempre recordado en todos los corazones del hinchas del fútbol argentino.

Fuente: TyC Sports