En una escalada inédita de autoritarismo en la historia política de Estados Unidos, el presidente Donald Trump amenazó el miércoles por la noche con suspender las sesiones del Congreso. Esto para forzar el nombramiento de funcionarios elegidos por su administración y a los que los demócratas se oponen.
Eludiendo la preceptiva del Senado, donde el presidente republicano goza de mayoría, Trump decidió abrir un nuevo frente de batalla. Trump acusó al Congreso de “obstruir” su competencia de nombrar jueces y otros cargos al continuar celebrando sus sesiones pro forma. ”Si no podemos actuar para nombrar a esa gente que necesitamos, y que necesitamos especialmente por la pandemia, voy a hacer algo que preferiría no hacer”, amenazó.
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Según el presidente de Estados Unidos, la Cámara de Representantes y el Senado aún no aprobaron a 129 nominados por su gobierno para cargos en la justicia y en agencias federales.
Para suspender al Congreso de Estados Unidos el mandatario republicano echaría mano a un poder constitucional que ningún presidente utilizó jamás en la historia del país.
Según la sección 3 del artículo II de la Constitución de Estados Unidos, “en ocasiones extraordinarias” el presidente puede “suspender las dos cámaras, o alguna de ellas, en caso de desacuerdo entre ellas con respecto al momento de la suspensión”.
Con información de Ámbito Financiero.