Luego de la declaración del aislamiento social preventivo por coronavirus en el país bajó considerablemente el flujo de vehículos que transitan entre Santa Fe y la vecina ciudad, Paraná.

En tiempos normales, el flujo vehicular promedio es de 12.000 vehículos diarios. Pero desde el inicio de la restricción circulatoria hasta el miércoles 8 de abril, por día cruzaron de Santa Fe a Paraná, y viceversa, un total de 39.933 (promedio de 1.996 por día). Esto refleja que el tránsito por el enlace vial disminuyó 83,37 %. Y dentro de ellos, el 95 % del total fueron transportes alimenticios, quedando en un 5 % los autos y motos particulares.

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Sin embargo, desde que comenzó abril, es decir la segunda etapa de la cuarentena, la cantidad de vehículos que circulan entre las capitales provinciales va en aumento. Y se debe a la liberación de ciertas actividades que ahora sí pueden trabajar.

 

Medidas adoptadas

Desde las 0 horas del 21 de marzo, el Túnel acondicionó medidas para garantizar la prestación del servicio. Es por eso que implementó un esquema de guardias mínimas, permanentes y rotativas. Que comprende las áreas técnicas de electromecánica, conservación y tránsito de la entidad.

Además, se intensificaron los operativos de control y seguridad. “Por disposición del Gobierno de Santa Fe se concretó la instalación de un puesto sanitario. Con la finalidad de efectuar la desinfección de la totalidad de los vehículos que ingresen a la provincia desde la Mesopotamia Argentina”.

Entre otras decisiones tomadas por este contexto, desde el 25 de marzo está suspendido el cobro de tarifas para la totalidad de categorías.

Antecedente

Una situación comparable que vivió el Túnel en sus 50 años ocurrió durante la crecida extraordinaria entre diciembre de 1982 a agosto de 1983, cuando el río alcanzó los 6,83 metros en el hidrómetro de Paraná, y en consecuencia la comunicación con la Mesopotamia quedó interrumpida por la caída de dos puentes aliviadores en la traza de la Ruta Nacional N°168.

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En julio de 1983, en plena creciente, las autoridades del viaducto decidieron aumentar el peso de la estructura para garantizar su seguridad colocando en su interior toneladas de arena, rieles de ferrocarril, asfalto y agua. En esa oportunidad, y por única vez desde su inauguración, el túnel estuvo inhabilitado al tránsito durante 24 horas.

Con información de EL