Según expresó el administrador de lugar, Germán Poch, además de la contingencia general por la pandemia (Covid-19), hoy están luchando “para evitar que Casa Cuna tenga que cerrar”, donde concurren unos 50 chicos.

El directivo trazó el cuadro de situación de los chicos en Casa Cuna. “Pese a la situación que estamos pasando todos a causa del Covid-19, los chicos están contenidos y muy bien. Un poco inquietos por el hecho de no poder seguir con sus actividades normales, como la escuela, el club o las actividades recreativas. De todos modos, se encuentran contenidos por el personal que se encarga de generar actividades para entretenerlos. Hasta hemos conseguido pelotero para los chicos”.

El hogar, ubicado en Primera Junta al 2704 de la capital provincial, abrió sus puertas del 2 de junio de 1935 y cumplirá este año 85 años al cuidado de niñas, niños y adolescentes.

Sobre los elementos sanitarios de prevención ante el coronavirus, Poch señaló que cuentan “con todo lo necesario para llevar adelante el protocolo de prevención de contagio del coronavirus. Fue complicado conseguir todo cuando esto comenzó, pero pudimos adquirir todo”.

Alarma

Respecto de la ayuda del Estado, el administrador del hogar Casa Cuna indicó que “con la Provincia -a través del Ministerio de Desarrollo Social- tenían un convenio que venció el 31 de marzo pasado. Por el cual recibíamos un subsidio que se destinaba para el pago de haberes de las personas que trabajan en el hogar desde hace más de 20 años. A eso hay que sumarle las cargas sociales y todos los gastos de funcionamiento”.

“Además -continuó- contamos con el aporte de los colaboradores mensuales, que sin ellos sería imposible llevar adelante esta obra que lleva casi 85 años”.

“¿Si se va a renovar ese convenio? Según me informaron, han pasado una propuesta con un incremento del 30%. Honestamente es insuficiente. Hay que tener en cuenta que a raíz de firmar convenios por firmar con el fin de sostener la obra tuvimos que afrontar una deuda impositiva muy grande. Por eso vemos que con lo que nos ofrecen no se alcanza a cubrir las necesidades que tiene el hogar”, expresó el actual titular de la organización.

Próximo paso

“Apelaremos al sentido común para que esta negociación llegue a buen puerto, por el bien de los 50 niños y niñas, de los cuales algunos llevan más de seis años viviendo Casa Cuna, y evitar que se cierre el hogar”, lamentó Germán Poch.

Y concluyó: “La plata no alcanza, eso es cierto. Pero nosotros tenemos que darle de comer a 50 chicos”.

Fuente: EL