eún contó El Litoral, el plantel está dividido en ocho grupos de cuatro jugadores cada uno. Se deben “conectar” todos a la mañana: el profe Pablo Santella les envía el instructivo por WhatsApp y es común para todos.
Eso sí, hay dos grupos “especiales” dentro de los ocho:
— 1) Los que están “lesionados” o con molestias: a ésos los coordina el profe Fernando Kahlow de manera especial junto al cuerpo médico. En ese lote están Celis, Schmidt y Bernardi (estos dos últimos estarán recuperados cuando vuelva la actividad).
— 2) Los arqueros del plantel profesional: la rutina de Leo Burián, “Nacho” Chicco y Fabricio Hass es aparte del resto. El responsable específico de todo ésto es Lucas Calviño, ex golero del “Globo” y ahora entrenador de arqueros con Eduardo Domínguez.
En el caso del “Barba”, mantiene charlas grupales e individuales con todos sus jugadores. Para ello, Eduardo Domínguez utiliza la tecnología: eligió Zoom, una plataforma que permite realizar videoconferencias, chatear y hacer videollamadas.
La otra división, por llamarla de alguna manera, que hizo el preparador físico Pablo Santella con los jugadores de Colón está vinculado con las comodidades de cada uno e los jugadores donde pasan la cuarentena. “Algunos tienen espacios generosos para hacer actividad física; otros no”, explican ante la consulta puntual de este diario.
El caso de Brian
Más allá de los ocho grupos con 4 jugadores cada uno y del tema del espacio físico —los que tienen y los que no— hay un caso más que especial en el Club Atlético Colón y es el del jugador-franquicia: Brian Fernández.
El famoso “38”, que fue incluido por Eduardo Domínguez en la delegación que viajó a Rosario para jugar frente a Central en Arroyito, está pasando la cuarentena en los mismos lugares que el cuerpo técnico: hotel, predio, pensión. Eso sí, siempre con la compañía profesional de un terapeuta que no se mueve jamás de su lado.
¿Qué hace Brian Fernández distinto del resto?: le agrega un turno de trabajo más que sus compañeros de plantel. Es decir, a la mañana se conecta como “uno más” para cumplir la rutina del profe Santella.
Pero a la tarde, mientras el resto tiene libertad “virtual”, Brian sigue trabajando. “Se va a la tardecita al gimnasio del club, con una rutina extra y específica para sus necesidades físicas. Es impresionante lo bien que está, se lo ve feliz y muy contento. Siente que ahora lo único que le falta es empezar a tocar la pelotita, porque en todo lo otro ya niveló cargas con sus compañeros”.
Los “charrúas”, Pulga y Viatri se fueron
Tal como ocurrió en la mayoría de los clubes de la Superliga, el cuerpo técnico del Club Atlético escuchó la recomendación de los médicos: “El jugador debe pasar la cuarentena donde se sienta más cómodo”. Es más, en el caso de Santella y compañía, no hacen un seguimiento de quién se quedó en Santa Fe y quién se fue.
Por lo que pudo averiguar El Litoral, con la obvia autorización del club, los que se fueron a sus domicilios originales para realizar la cuarentena fueron: los uruguayos (el “Cachorro” Leo Burián y el zaguero Rafa García), los delanteros con más oficio (el “Pulga” Rodríguez y Lucas Viatri), como así también Rodrigo Aliendro (a Tucumán) y los otros arqueros del plantel, como son “Nacho” Chicco y Fabricio Hass. Estos siete profesionales no están en la ciudad, pero siguen el plan al pie de la letra.