La firma corredora y acopiadora de granos GYT Plus (Guardati Torti), uno de los acreedores de Vicentin, se declaró a su vez en cesación de pagos. Se confirmó así el efecto dominó generado por la crisis financiera de esta empresa agroindustrial.

Mientras tanto, Vicentin continúa sin avanzar en una solución concreta a su default. Y en el sector granario muchos se preguntan cuál será la próxima empresa afectada por la falta de pago de la procesadora y exportadora de granos santafesina.

Presentaciones judiciales

Según informa Ámbito Financiero, hasta el momento más de 10 firmas acopiadoras hicieron presentaciones en la Justicia comercial solicitando el embargo de bienes de Vicentin. Otra, en cambio fue más allá y directamente le pidió la quiebra. Ahora, con el default declarado del corre acopio GYT Plus las luces de alarma se encendieron para aquellos que hasta el momento no habían recurrido a la Justicia. Y se espera un aluvión de presentaciones judiciales en los próximos días.

Quieren ponerse a cubierto porque el “estrés financiero” anunciado por la aceitera lógicamente se está haciendo sentir en su operatoria diaria. Se calcula que en total Vicentin debe alrededor de u$s350 millones a productores, acopios, corredoras y cooperativas a los que les compró granos.

Leer también: Vicentín sigue negociando su deuda pero no descarta convocatoria

En paralelo, el Banco Nación, el Ciudad y el BICE estarían elaborando una estrategia en conjunto para sentarse a negociar con la empresa agroindustrial que les debe en total, solo a estas tres entidades, $18.900 millones. Todavía más dura sería la postura que tomaría la banca privada, entre las que se destacan entidades acreedoras como el Banco Macro y el Hipotecario, porque en la práctica hoy Vicentin tiene todos los caminos cortados.

Futuro incierto

Las dos plantas de procesamiento están paradas. Sigue pagando el sueldo a sus empleados pero no recibe materia prima para volver a procesar. E incluso se cayó la posibilidad de operar para terceros ante las demandas judiciales presentadas por un grupo de sus acreedores en la justicia.

Entonces, el futuro de la empresa es incierto. Y eso no plantea el mejor escenario para que las entidades acreedores le concreten una quita de deuda importante. O una mejora en los plazos de pagos.