El funcionario Juan Manuel Pusineri manifestó que ni el Estado, ni el sindicato conocen las causas del cierre. Los empleados despedidos no abandonaron sus puestos de trabajo.

Más de 50 trabajadores de la Clínica Sagrada Familia de la ciudad de Santa Fe viven desde el viernes pasado una pesadilla, cuando se enteraron que el efector de salud había cerrado sus puertas y todos habían perdido su trabajo.

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“Ante una situación de esta naturaleza, el empleador tiene que informar avisar al ministerio de Trabajo y al sindicato, tanto para explicar como para informarse de las herramientas disponibles para los empleadores. Y por supuesto, avisar con 30 días de anticipación, por telegrama, el despido”, remarcó Pusineri secretario de Trabajo de la provincia.