En el día de ayer poco antes de las 10.30, Carlos Oprandi un esperancino que vive en Paraná, se reunió en el Club de Pescadores con un equipo conformado por amigos, sus hijos y demás familiares. También lo acompañaron miembros de la Escuela de Canotaje, Natación y Expedición en Aguas Abiertas (Ecenaa); al igual que integrantes de la Prefectura. Desde allí se dirigieron en lancha hacia la costa santafesina para llegar braceando a Bajada Grande, el barrio en el que soñó construir su hogar y finalmente lo consiguió.
“Hace muchos años compré un terreno sobre la Cortada 8 y me propuse hacer mi casa, y le prometí a la virgen de San Nicolás que el día que me fuera a vivir con mi familia a ese lugar se lo iba a agradecer cruzando el río”. “También fue un desafío personal, porque tuve tres accidentes difíciles en mi vida, incluido un asalto". “Tuve una herida de bala, y además de haber nadado toda mi vida, a la recuperación la hice en el agua, y gracias a eso pude volver a caminar bien”, subrayó.
Con la fuerza de sus brazadas consiguió avanzar cortando la corriente y superar el desafío que se propuso y para el que se preparó previamente. Al respecto, comentó: “Estuve 40 días nadando 2.000 metros diarios para enfrentar esto. Lo intenté en años anteriores, pero no pude concretar el cruce”, dijo, antes de emprender su travesía, aseverando que contaba con “toda la energía y las ganas de poder cumplirlo”.