El pasado 8 de enero, un avión perteneciente a una aerolínea ucraniana se estrelló cerca de Teherán, la capital iraní. Trágicamente, murieron los 176 ocupantes del vuelo, según informó la Organización de Emergencias del país.

En la aeronave de la empresa UIA, un Boeing 737 con destino a Kiev, se encontraban 167 pasajeros. Además, nueve miembros de la tripulación, de acuerdo con las últimas informaciones.

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En las últimas horas, Irán reconoció que sus fuerzas armadas derribaron "involuntariamente" un avión de línea ucraniana con 176 personas a bordo el pasado miércoles. Y prometió juzgar a los responsables de este hecho provocado por "errores humanos y disparos equivocados".

"Para defendernos de posibles ataques del Ejército estadounidense, las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán estaban en alerta total. Lo que desafortunadamente llevó a esta terrible catástrofe", dijo el presidente iraní, Hasan Rohani.

Como señala Ámbito Financiero, el hecho ocurrió poco después de que Irán atacará dos bases estadounidense cerca de Bagdad, en represalia por el asesinato del general Qasem Soleimani, cometido por Estados Unidos con drons selectivos, el pasado 3 de enero.