El joven –oriundo de Díaz– se había arrojado al agua sin saber nadar junto a dos amigos, con quienes pasaba la tarde.

Uno de sus compañeros trató de ayudarlo, pero no logró rescatarlo y no lo vieron más.

Los bomberos y la policía iniciaron una búsqueda por el arroyo Carrizales, que en los últimos días estaba muy crecido por las abundantes precipitaciones de la zona.

Por la tarde, cerca de las 18, una pareja de pescadores que estaba en un puente del arroyo, a 20 kilómentros del lugar donde se arrojó el chico, encontró el cuerpo.

Inmediatamente dieron aviso a un automovilista que pasaba por el camino lindero al arroyo para que se comunique con los rescatistas. Quienes se acercaron al lugar para continuar con las tareas.

El hallazgo se produjo a unos 20 kilómetros de donde se arrojó el chico, en un puente sobre el arroyo Carrizales ubicado entre las localidades de Díaz y Clarke.