Así lo resolvió la jueza Norma Senn, quien hizo lugar a la sospecha de la Fiscalía sobre un presunto peligro de fuga por parte del sacerdote. El religioso fue condenado a 16 años de cárcel.

En una audiencia realizada a puertas cerradas y en medio de una siesta de agobiante calor en el norte santafesino, la jueza Norma Senn resolvió dictar la prisión preventiva al cura Néstor Monzón, condenado el pasado miércoles a 16 años de prisión por el abuso sexual de dos menores de 3 años.

En los considerandos de la resolución, la magistrada citó que la condena no se encuentra firme porque no se han agotado las etapas recursivas y que “en nuestro país cuando no existe una condena firme se aplica prisión preventiva en forma excepcional” y que la misma es “cautelar y no punitiva”.

Agregó que ésta solo puede ser tolerada con algunas “exigencias y requisitos a lo que se debe sumar se la motivación suficiente o evaluada si se ajusta a los estándares fijados en la Corte Interamericana”.

En ese punto, sostuvo que Monzón “no se encuentra alcanzado por los supuestos del derecho y no tiene problemas de salud que ameriten la prisión domiciliaria”. En tanto, consideró que “han aumentado los riesgos procesales” por “los vínculos que Monzón tiene y otras circunstancias objetivas que pudieran existir con el resultado del proceso canónico”.

La jueza estimó entonces que “no existe medida restrictiva de menor impacto que la prisión preventiva”, y aclaró que hará un análisis más profundo de los considerandos por escrito en el término fijado por la ley.

Hostigamiento 

Los querellantes Andrés Ramseyer y Luciana González habían reclamado que el religioso vaya preso, alegando peligros procesales y de fuga del condenado, hasta tener conocimiento de la sentencia definitiva.

La Dra, González expresó su preocupación por un comunicado de prensa del Obispado de Reconquista en el que se informó que “no se ha presentado a notificarse de la sentencia”, que “el instructor y juez del sumario canónico fue amenazado”, que “ha amedrentado y hostigado a las víctimas por mensajes publicados en las redes sociales” y que por “sus contactos locales nacionales e interior puede eludir fácilmente la acción de la justicia”.

“Estado de inocencia”

Por su parte, el Dr. Ricardo Degoumois, representante legal del sacerdote, para pedir que su defendido siguiera en libertad interpuso los fundamentos referidos a la prisión domiciliaria que ya cumplió Monzón, el comportamiento de Monzón de haber estado sometido siempre derecho y a proceso, y rechazó los dichos de la fiscalía y la querella al sostener que “no hay peligro de fuga”. Alegó el “estado de inocencia ante un fallo de primera instancia del cual no se conocen aún los fundamentos ni está firme”.

Asimismo, ofreció garantías de sometimiento al proceso del imputado tales como prisión preventiva domiciliaria con un guardador, sometimiento a las restricciones que imponga la jueza con entrega y puesta a disposición del DNI de Monzón, rastreo por GPS del celular, una caución del monto que la jueza dispusiera y la imposición de un guardia adicional en la casa ofrecida para la detención.

Contraste

El cura Néstor Monzón fue retirado de la Oficina de Gestión Judicial de Reconquista con destino a la alcaidía de la Unidad Regional IX custodiado por un fuerte operativo de seguridad que además contuvo las manifestaciones de simpatizantes y detractores. Un contraste bien marcado se dio cuando referentes de movimientos sociales cantaban a viva voz “Néstor Monzón, abusador”, mientras al lado allegados al expárroco rezaban el Santo Rosario. Exaltados, familiares de Monzón agredieron golpes de puño al periodista Leo Rolón, que debió ser trasladado por el servicio de emergencias 107 para curaciones en su rostro, donde se concentró el cobarde y artero ataque.