El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, elaboraron un mapa para conocer la distribución geográfica de las personas en situación de pobreza crónica.

Dentro de la población argentina, hay un grupo que tiene la menor probabilidad de salir de la pobreza, aun en períodos de crecimiento económico. Esto es lo que el estudio denomina “pobreza crónica”.

Entre quienes la padecen, casi la mitad son niñas/os y adolescentes. Las personas en esa realidad tienen privaciones en múltiples dimensiones, más allá del ingreso. Además, alrededor del 70% tiene menos de 9 años de educación, y si bien la mayoría de los adultos trabaja lo hace en condiciones precarias.

En la provincia de Santa Fe viven 278.895 personas en situación de pobreza crónica, y es la tercera provincia del país, superada sólo por Buenos Aires y Chaco. Ese número representa el 8,59% del total de habitantes.

Pero la pobreza implica carencias y vulnerabilidades que exceden la dimensión monetaria.

En tema educación, casi el 60% de hogares cuenta con jefe/a con secundario incompleto o menos. La falta de posibilidades para cumplimentar los estudios genera una brecha que profundiza aún más la vulnerabilidad de este sector de la sociedad.

Si se tienen en cuenta los derechos elementales, como el acceso a la educación, el informe arroja otro dato alarmante: casi el 50% de los hogares no cuentan con acceso a cloacas.

Nivel de incidencia de la pobreza crónica, por departamentos

9 de julio, Vera, General Obligado, San Javier y Garay tienen un índice “muy alto”, es decir, que entre el 15% y el 25% de su población tiene muy pocas chances de salir de la pobreza.

Le siguen los departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, San Jerónimo, San Lorenzo, Belgrano, Iriondo, Caseros, Constitución, General López, Rosario y La Capital. Todos ellos presentan un nivel “alto” de incidencia (del 10% al 15% de la población total).

Las Colonias y San Martín, por su parte, comparten la categoría de “moderado”, ya que menos del 5% (pero más del 1%) de sus habitantes se encuentra dentro de la categoría de “pobreza crónica”. En nuestra provincia, no existen localidades con un nivel de incidencia “bajo” o “muy bajo”.