Se acercan las fiestas y en muchas casas ya están planificando el menú navideño: el clásico y tan esperado vittel toné, una ensalada rusa bien fresquita, lengua a la vinagreta, matambre, pavita arrollada, pionono, lechón. Son muchas las opciones pero sucede que año a año el cálculo falla, preparamos comida demás, va quedando en la heladera por unos cuantos días y cuando nos damos cuenta, ya no está apta para comer y la tiramos.

No ocurre solo en Argentina, a nivel mundial son millones las toneladas de comida que se desperdician al día por el simple hecho de no haber calculado las porciones justas. Para evitarlo es clave planificar para que esos alimentos no sean descartados y en este punto, hay que generar conciencia para que no pase durante estas fiestas.

Según datos provistos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en Argentina el 30 por ciento de la población no puede acceder a una alimentación adecuada, sin contar que se desperdician en promedio 16 millones de toneladas al año (400 toneladas diarias), lo que equivale al desecho de más de 87 millones de platos de comida. En las fiestas de fin de año es donde más sobrantes se generan por no haber planificado previamente la compra de alimentos ni el cálculo correcto de las porciones.

Lo que necesitas saber para estas fiestas

Desde la FAO, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y algunas empresas privadas, sugieren:

  1. Tener prácticas de consumo responsable, preparar las porciones en base a los comensales. Se calculan en promedio dos platos abundantes por persona (para que puedan repetir).
  2. A la hora de juntarse con la familia, planificar qué va a preparar cada uno para no llevar lo mismo y que no sobre en grandes cantidades.
  3. Los alimentos frescos que contienen mayonesa o crema (como las ensaladas o el vittel toné) suelen ser de consumo inmediato ya que no aguantan mucho tiempo en la heladera.
  4. Con el fin de la celebración, quedan las sobras. Lo ideal es repartir "paquetitos" para que cada miembro de la familia se lleve una porción.
  5. Ser generosos: lo que no comemos y está en óptimas condiciones se puede donar. Un plato de comida no le cambiará la vida a una persona, pero si la noche buena.