José María C., de 64 años, fue acusado de homicidio calificado por el vínculo y por mediar un contexto de género por el crimen de su esposa, de 61 años. Le dictaron prisión preventiva por el plazo de ley (dos años).

 


La Justicia le dictó prisión preventiva por el plazo de ley (dos años) para un hombre de 64 años. Está acusado del delito de homicidio calificado por el vínculo y por mediar un contexto de género por el crimen de su esposa, de 61 años.

Ayer, en la sala 1 de la Oficina de Gestión Judicial del Centro de Justicia Penal Rosario se realizó audiencia imputativa a José María C., a quien se le imputó haber causado la muerte de su pareja Elsa Mercuri. Está, se encontraba desaparecida desde el 28 de marzo de 2019, y su cadáver fue encontrado anteayer por la tarde en el interior de un pozo de un molino que se encuentra en inmediaciones de una finca. La misma, ubicada en la zona rural de General Lagos, a la altura del kilómetro 275 de la ruta nacional 9.

El caso

Elsa Noemí Mercuri vivía en la zona rural de General Lagos, a la altura del kilómetro 275 de la autopista a Buenos Aires, junto a José María C. Una casa ubicada a unos 500 metros de la ruta, sin vecinos alrededor y con un viejo molino de viento como punto de referencia. Juntos tenían tres hijos que ya no residían con ellos. La mujer era una apasionada de las redes sociales, de las que participaba activamente. Pero el 30 de marzo dejó de interactuar en esas redes y de mensajearse con uno de sus hijos, con el que mantenía comunicación diaria.

Ante la preocupación de los hijos, José les explicó que tras una discusión la mujer se había marchado del hogar bajo el grito de guerra "me tenés cansada, me voy y no quiero que me busquen". También les dijo que había dejado su celular porque activaría uno nuevo.

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Tres semanas después de la supuesta desaparición de Elsa, el 19 de abril, José fue hasta la subcomisaría 13ª y al sumariante le solicitó dejar constancia que su mujer se había ido "de forma voluntaria, sin formalizar denuncia de paradero y adujo que la mujer solía irse del domicilio, pero señaló que no habían tenido problemas de convivencia", explicó el fiscal José Luis Caterina.

Un día más tarde el fiscal Caterina abrió una investigación de oficio sobre la búsqueda de la mujer.

Tras los pedidos de sus hijos en las redes sociales para que se aportaran datos sobre su madre y varias entrevistas con ellos, el fiscal Caterina comenzó a sospechar del concubino de la mujer desaparecida.

Investigación

Con la acumulación de indicios que fue recolectando en estos meses, el fiscal Caterina ordenó el miércoles a la tarde que efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), la subcomisaría 13ª y Bomberos Zapadores de Rosario y Alcorta, estos últimos con tres perros rastreadores, realizaran un rastrillaje sobre el predio en el que residía la pareja.

Al momento del operativo José C. no estaba en la finca. El campo se cubrió de elementos similares a los vistos en series de series policiales de investigación de homicidios. Siguiendo a los perros, los bomberos llegaron hasta la boca del pozo del molino de viento en desuso. Uno de los efectivos descendió con un arnés al fondo del pozo y notó un falso piso. Al tocarlo se topo con restos óseos enmarañados entre ropas y cabellos.

Hoy, el jez de 1ª Instancia Hernán Postma tuvo por formalizada la audiencia imputativa y dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.