La Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares indicó las diferencias según la clase a la que pertenecen los consumidores.

 

Casi un cuarto del presupuesto del hogar se usa para comprar alimentos y bebidas, de acuerdo con un informe de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) del INDEC.

Según la Engho, a diciembre de 2018, cada familia usó el 22,7% de su ingreso para el consumo vital. El 14,5% se usó en vivienda, agua, electricidad, gas y otros. A su vez, transporte ocupó el 14,3%, salud el 6,4% y comunicaciones el 5,2%.

Para los hogares con cobertura de la medicina prepaga, el gasto en el rubro fue de 11,4%, para los que tienen obra social fue del 5,6% y los que usan la cobertura de la salud pública usaron el 3,5%.

Mientras tanto, la cantidad del gasto destinado a alimentos bajó si se lo compara con encuestas anteriores: en 1997 fue del 28,8%, en 2005 del 25,7% y en 2018 de 22,7%.

En los hogares de nivel educativo alto y muy alto, se apreció un menor consumo relativo de alimentos y uno mayor en actividades de esparcimiento. El gasto en salud estuvo mayormente determinado por el sistema de prepagas.

En contraste, en los hogares con nivel educativo bajo y muy bajo, se vio un mayor consumo proporcional de alimentos y un menor gasto en actividades de recreación, cultura y el gasto en Salud estuvo principalmente determinado por la compra de medicamentos.

A su vez, los hogares unipersonales de menores de 65 años mostraron una proporción menor de gasto en alimentos y uno mayor en vivienda, agua, electricidad, gas y otros.

Entre los inquilinos, el 21% del gasto de consumo fue asignado al alquiler; el 4,1% a electricidad y gas y el 2,8% al suministro de agua y otros servicios relacionados con la vivienda.