En Argentina y en muchas otras partes del mundo, el aceite de cannabis se utiliza para aliviar diversas patologías. Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), este tratamiento se suele usar para tratar epilepsias, dolores crónicos, náuseas, vómitos (debido a las sesiones de quimioterapia), esclerosis múltiple, entre otras dolencias.

En el caso particular de quienes sufren de ansiedad, depresión, TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), síndrome de Tourette (por movimientos repetitivos o sonidos no intencionales), TEPT (Trastorno por estrés postraumático) o psicosis, no hay una prueba científica de que la marihuana medicinal ayude a aliviar estos síntomas, según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia.

Los académicos creen encontrar escasa evidencia sobre su efectividad para guiar las decisiones de los pacientes. Los estudios de alta complejidad que realizaron, no solo descartaron soluciones en cuanto al tratamiento específico en trastornos mentales, también aseguraron que uno de cada diez consumidores se volvió adicto, provocándoles síntomas de abstinencia.

La opinión local

“Hay cuadros psiquiátricos y mentales, como el autismo o el TGD (trastorno generalizado del desarrollo), que no se mencionan y con mucha prevalencia están demostrando buenos resultados con cannabis en los trabajos de investigación”, explica a Con Bienestar el doctor Alejandro Andersson (M.N. 65836), médico neurólogo y especialista en endocannabinología.

El experto señala que, respecto del síndrome de Tourette que si se menciona en la investigación, en la práctica diaria ve que los tratamientos fueron muy útiles. “Hay un trabajo israelí donde la mejoría de los pacientes llegó a 3,85 sobre un máximo de cinco puntos, y el 75 por ciento de ellos eligió continuar con el cannabis para aliviar los síntomas”. Además, agrega: “Para los pacientes con TAG (trastorno de ansiedad generalizada) y PTSD (estrés postraumático) hay una evidencia favorable, también la hay para tratar el insomnio”. Andersson hace hincapié en que el cannabis medicinal es una nueva herramienta que debe integrarse al resto de nuestro arsenal terapéutico.

Las conclusiones de la investigación

Los científicos australianos revisaron 83 estudios sobre el tema realizados entre 1980 y 2018 en el que contaron con más de 3 mil personas para llegar a la conclusión. Evaluaron la eficacia y la seguridad del producto en tratamientos para la salud mental, y determinaron que solo estaban menos ansiosos los que sufrían dolor crónico o esclerosis múltiple.

Señalan que el consumo de marihuana, particularmente aquellas cepas con alto contenido de THC (principal psicoactivo del cannabis) aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades psicóticas a futuro, como la esquizofrenia.

Respecto a las otras patologías, creen que el tratamiento podría agravar las manifestaciones de las enfermedades, exaltando otros síntomas como la ansiedad. “No hay pruebas suficientes para proporcionar orientación sobre el uso de cannabis en trastornos mentales, se necesitan otros estudios de alta calidad que examinen sus efectos”, indicaron los especialistas.