No se resuelven las diferencias entre el gobernador Miguel Lifschitz y su sucesor Omar Perotti.

La tensión vuelve a marcar el proceso de transición santafesina, ahora con la Legislatura como telón de fondo. El gobernador Miguel Lifschitz envió ayer a Diputados una nota comunicando que el proyecto de presupuesto 2020 ingresaría al cuerpo después del 11 de diciembre próximo. Esto según lo acordado cara a cara con su sucesor, Omar Perotti. Pero poco después el oficialismo propició el adelantamiento de ese plazo al 31 de octubre. Una jugada que dejó a los justicialistas masticando bronca.

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"Es una marcada de cancha, se están probando el traje opositor antes de asumir ese rol", deslizaron anoche por los pasillos de la Cámara baja. Esto respecto de la movida atribuida al bloque del Frente Progresista (FPCyS). Que detonó el malestar de los legisladores del PJ. De todos modos, en el peronismo se arrogaron una movida destinada a evitar un pronunciamiento similar en el Senado provincial.

¿Paz efímera?

Dos semanas atrás, Lifschitz y Perotti se habían reunido en Rosario, marco en el cual acordaron que la confección del presupuesto para el año próximo correrá por cuenta del mandatario santafesino electo. Por entonces, el encuentro permitió aplacar los cortocircuitos registrados entres las partes.

Previamente, Lifschitz había tenido que salir al cruce de las advertencias lanzadas por la comisión de transición creada por el rafaelino sobre la situación financiera de Santa Fe a heredar a fin de año.

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Además, antes del cónclave entre los gobernadores entrante y saliente, el Ministerio de Economía provincial había recibido un planteo por escrito de parte de los delegados de Perotti para que la confección del presupuesto quedara en manos del rafaelino. Y la gestión frentista se mostró dispuesta a "respetar" esa voluntad.

Pero lo cierto es que la transición volvió a navegar en aguas turbulentas. De hecho, el cambio de fecha impulsado por el oficialismo sorprendió a Perotti, quien ya regresó al país tras un minigira por Medio Oriente, en una reunión con dirigentes y legisladores peronistas.

"Es casi una declaración de guerra. Están desconociendo lo conversado semanas atrás", dijo —por lo bajo— un allegado al gobernador electo, al que también le hizo "ruido" que, un día antes del planteo en Diputados, Lifschitz le pidiera públicamente a Perotti que anuncie su gabinete para acelerar la transición.