Este viernes se hundió la casa flotante que se encontraba en el Dique II del Puerto de Santa Fe. Se desconoce qué motivo el siniestro, aunque afortunadamente no hubo que lamentar víctimas ni derrames en el río.

Hace unos pocos años el proyecto de este tipo de unidades habitacionales llamó mucho la atención. Su principal utilidad es que, por su flotabilidad, puede adaptarse a lugares secos pero que se inundan, es decir, espacios típicos de nuestra geografía.

A pesar del impacto inicial de la propuesta, comercialmente el negocio no prosperó, y una de las casas flotantes construidas quedó amarrada frente al Yacht Club Santa Fe.

A la deriva

En una de las frecuentes crecidas del Paraná, la casa se soltó de su amarra y navegó por la braveza de la corriente por el Canal de Derivación Norte hasta la altura de los elevadores de granos del Puerto, donde fue rescatada por la Prefectura, que la trasladó a remolque hasta el Dique II, donde permanecía amarrada (a la altura del Molino Marconetti).

A partir de ese momento, tanto desde Prefectura como del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe (EAPSF) se solicitó al titular de la casa-embarcación que la retire de ahí porque la flotabilidad no era segura e implicaba un riesgo (además, aparentemente no había una habilitación o permiso para el amarre).

Asimismo, desde el EAPSF admitieron que desde comienzos de este año se intensificaron los pedidos para que la unidad sea retirada por las altas posibilidades de naufragio, hubo conversaciones frecuentes con el propietario, pero la situación no se modificó.

Finalmente, la casa flotante encalló, quedó varada y luego se hundió.

Ante esta situación “el EAPSF tomó las medidas de seguridad pertinentes con boyarines y luces, y se informó a los usuarios. Se trata de un artefacto encallado, y dependiendo de las disposiciones de Prefectura, veremos cómo se retira”, operación que, reconocieron, “será muy costosa”.