Esta planta se cultiva desde la Antigüedad, los aztecas la consideraban una especie sanadora. Aunque por mucho tiempo permaneció en un segundo plano en la cocina internacional, hoy empieza a tomar un lugar protagónico en el mundo de la alimentación saludable. Se le reconocen por lo menos diez beneficios.

Se trata del amaranto, un ingrediente que está ganando popularidad por su valor proteico y por su versatilidad para incluirse en la cocina libre de gluten.

Fue cultivada por los aztecas en México y otros nativos de regiones con climas tropicales. Aunque el amaranto es una semilla extraída de la fruta de una planta que da flores, se lo suele incluir en las clasificaciones de grano o cereal, como un equivalente a la quinoa.

De acuerdo a la licenciada en Nutrición y especialista en salud holística Patricia Robiano (MN 3158) es un pseudocereal muy completo con alta proporción de proteína vegetal que tiene aminoácidos de alta calidad, muy rica en calcio y hierro. También señala que es libre de gluten, lo que la hace muy amigable para el aparato digestivo y que es alta en fibra motivo por el cual actúa como un excelente barredor intestinal. Es un alimento muy recomendado también para los atletas y las personas que entrenan con frecuencia.

En cuanto a la forma de prepararlo, la especialista explica que es ideal para usarlo en rellenos, triturado como un puré para hacer albóndigas o hamburguesas, o para sumarlo a ensaladas y sopas.

Beneficios y cómo aprovecharlo

De acuerdo a varios estudios recopilados por el Whole Grains Council de Boston, entre las múltiples propiedades que señalan al amaranto como un alimento bueno para la salud podemos destacar cinco:

  1. Reemplaza los cereales de la mañana: una porción en el desayuno es gluten free. Se puede comer con leche tibia o con jugos de frutas.
  2. Tiene más proteínas que otros granos: una taza de granos de amaranto tiene 28 gramos de proteína vegetal en comparación con la avena que tiene 26. Por eso se lo usa como reemplazo de arroz o de las legumbres en distintas preparaciones vegetarianas.
  3. Mejora el cabello y la piel gracias a los aminoácidos: tiene mucha lisina, un aminoácido esencial que el cuerpo no puede fabricar. Este compuesto ayuda a metabolizar los ácidos grasos en energía, absorbe el calcio e incluso evita la caída de cabello.
  4. Reduce el colesterol y el riesgo de enfermedad cardiovascular: las semillas y su aceite tienen fitoesteroles que contribuyen a reducir el colesterol; también tiene fibra que ayuda a resolver el estreñimiento.
  5. Conserva la juventud: está lleno de antioxidantes y minerales y es el único grano que tiene vitamina C. También es rico en vitamina E, hierro, magnesio, fósforo y potasio, que son necesarios para la salud en general. Las hojas son ricas en vitamina C, vitamina A y ácido fólico.