Apple deja de espiar las interacciones de los usuarios con el asistente de voz Siri, pero se trata de una decisión temporal. Por su parte, Google hará lo propio en su sistema Assistant, aunque en principio únicamente en los países de la Unión Europea. Amazon, también involucrado en la polémica, añade una opción para desactivar las revisiones al otro lado de la tecnología.

Las medidas, en algunos casos parciales y con varios asteriscos, son la respuesta de esos gigantes estadounidenses al rechazo que generó la divulgación de sus prácticas con los respectivos softwares de asistencia que funcionan en celulares, computadoras y otros dispositivos como parlantes inteligentes.

Tecnología indiscreta

Diversos reportes aparecidos en semanas recientes revelaron que Apple, Google y Amazon tienen equipos de revisores dedicados a escuchar y transcribir los audios que capturan los dispositivos con esos sistemas. Las tres compañías reconocieron el “espionaje”, y se justificaron con argumentos similares: dijeron que un pequeño porcentaje de escuchas logran mejorar a sus softwares, para que sean más efectivos y comprendan mejor los diferentes idiomas.

Nadie se quejará por un servicio que evoluciona. El problema tampoco es el volumen de la información, sino que por lo general no hay claridad respecto a si los datos recogidos están vinculados a perfiles personales. Además, tampoco se informa debidamente respecto a esas prácticas y no siempre se pide el debido consentimiento.

De hecho, revisores anónimos consultados revelaron que en muchas ocasiones acceden a la intimidad de las personas, desde conversaciones en consultorios médicos, hasta discusiones de pareja o sonidos que indudablemente son de relaciones sexuales.

Luego de la polémica, un informe de Technology Review señala que Apple suspende este programa en todo el mundo, prometiendo revisar los procesos y ofrecer una solución para las personas que no quieran participar. Por su parte, Google se comprometió a hacerlo en Europa, tal como señalamos más arriba. La fuente indica que probablemente esto se deba a las leyes de protección de datos, que son más estrictas en la UE.

Amazon reaccionó algunos días más tarde, agregando el siguiente apartado en las políticas de privacidad de su asistente virtual: “Entrenar Alexa con grabaciones procedentes de una amplia gama de clientes nos ayuda a garantizar que el servicio funcione bien para todos. Cuando esta opción esté activada, tus grabaciones de voz podrán utilizarse para desarrollar funcionalidades nuevas y ser revisadas manualmente para mejorar nuestros servicios. Sólo una fracción extremadamente pequeña de las grabaciones de voz se revisa manualmente”.

En tanto, ¿cómo limitar ese acceso? En equipos con ese asistente hay que ir a Configuración / Cuenta de Alexa / Privacidad de Alexa. En esa ruta aparecerá la sección “Gestiona la manera en que tus datos nos ayudan a mejorar Alexa”.

Todo hace pensar que si se desactiva, el servicio será peor. Será un precio que muchos preferirán pagar, en favor de su privacidad.