Un empresario de Los Quirquinchos (departamento Caseros), acaba de poner en el mercado un singular paquete de masitas bajo el nombre “Cuchuflito”, expresión que fue utilizada hace unos días por la ex presidenta Cristina Fernández y generó polémica entre los pequeños emprendedores.

 

Para Cristina, tanto “Cuchuflito” como “Pindonga”, son ejemplos de proliferación de segundas marcas durante la gestión de Mauricio Macri.

El principal argumento, es que durante su paso por la Casa Rosada, los argentinos consumían alimentos de primera línea y que eso ya no estaría pasando en el actual contexto económico. De hecho, sus declaraciones sumaron el repudio de muchas pequeñas y medianas empresas, que no tomaron para nada bien estos comentarios.

Lo cierto es que los dichos de la Senadora Nacional, dieron “en el paquete” de la planta modelo que la familia Marinozzi tiene en la ciudad de Carcaraña. Ellos estaban por lanzar una marca personalizada “low cost” de alimentos, para una cadena mayorista de supermercados, pero el estruendo mediático que se generó en menos de una semana, provocó un viraje marketinero y ahora salen a la cancha con este producto.

Desde hoy ya se puede encontrar “Cuchuflito” en algunos comercios, en una presentación de 350 gramos, sabor vainilla y que en las góndolas va a estar entre los $ 40 y $ 42.

El detalle -más allá del tinte nac & pop de su etiqueta, celeste y blanca-, es que el alimento está elaborado con aceite de girasol alto oleico, que aporta cero grasas trans al producto. O sea: no tiene grasas de origen animal, sino que es vegetal.

Si bien la comercialización va a estar sujeta a las lógicas leyes del mercado, va a depender mucho de las ganas de las personas de comprar el producto. Por lo pronto, en las redes sociales, viene sumando apoyo a gran escala.

“Estamos recibiendo llamados e inquietudes. Va todo en curso de que funcione la propuesta. Los comentarios son positivos. Podía ser un fiasco o algo rotundo. Por ahora va por lo segundo”, dijo Juan Pablo Marinozzi.