La Municipalidad de Coronda atraviesa una dura situación financiera. A pocos meses del cambio de mando, el intendente justicialista Marcelo Calvet reconoció importantes deudas y pidió al Concejo Municipal la desafectación de terrenos destinados a espacios verdes para venderlos y disponer de activos.

 

El intendente electo y edil por el Frente Progresista Cívico y Social, Ricardo Ramírez, aclaró la definición del Cuerpo Deliberante y expuso la difícil situación que atraviesa el municipio que deberá dirigir a partir del 10 de diciembre.

“Después de las elecciones nos hemos encontrado en la transición con una cierta cantidad de deuda y una situación complicada del municipio con empleados y proveedores”, confirmó Ramírez.

Deudas millonarias y sobrepoblación en el Estado

El mandatario electo indicó que si bien “no hay claridad” sobre el monto de la deuda, rondaría los “20.000.000 de pesos”. “La secretaria de Hacienda dijo «Se nos escapó de las manos»”, agregó y lamentó la expresión. Detalló que puntualmente con dos mutuales locales hay una deuda de $3.000.000 y sólo con una Estación de Servicio otra de $4.000.000. A esto hay que sumar las deudas salariales que exponen otro problema: la sobrepoblación de personal.

Para Ramírez “la ciudad ya no da más” y denunció una “carga muy fuerte de personal” en el Estado con contratados, planes sociales y órdenes de trabajo. El actual edil dijo que denunció esta situación y hasta pidió el “congelamiento de vacantes” ante la situación de crisis, pero no fue así. “Las actitudes que está tomando el intendente no contribuyen con una transición”, reflexionó. Hoy los municipales locales se encuentran en estado de alerta, realizando paros reiterados retrasos en pagos.

"Cuando tienen 3 a 4 años en el Estado piden el pase a planta permanente y es muy difícil cambiarlo”, sentenció y acusó al oficialismo como responsable de este mecanismo que se utiliza para “pagar favores políticos“. “Eso no va a pasar en mi gestión. A esto -a los favores políticos- hay que pagarlos de otro lado, no desde el estado o del esfuerzo de la gente”, declaró más adelante el intendente electo.

Adelantó que hará un “revisión muy fuerte de personal. Para un municipio tan chico de escasos recursos va a haber que hacer un trabajo muy grande. La gente tiene esperanzas de que uno pueda ordenar. Tendremos que tomar medidas dolorosas de despidos y uno tiene que tener responsabilidad porque es muy difícil gobernar con tanta gente adentro”, manifestó de cara al desafío que tendrá que encarar desde mediados de diciembre.

El desafío de pagar los sueldos

“El 80% de la recaudación de la coparticipación se llevan los empleados -en sueldos- y queda muy poco para obras”, explicó Ramírez sobre la crítica situación que a días de inicio del próximo mes presenta un 20% de salarios estatales adeudados.

Comentó que se encuentran realizando un pedido a la Provincia de adelanto de Coparticipación, pero dijo que “ya se dieron los previstos de acá a noviembre” y la única alternativa es un adelanto “extraordinario”. “Esto tiene que ser coordinado con el Concejo y mi persona, porque va a tener que ser descontada en mi gestión”, indicó.

“Manotazo de ahogado” y aclaración

Ante la crítica situación, el intendente Marcelo Calvet envió al Concejo Municipal un proyecto a fin de permitir la venta de espacios verdes con el fin de lograr activos que permitan saldar deudas. El pedido fue repudiado por los vecinos y criticado por la oposición.