La utilización de un nuevo software para el escrutinio de votos en las próximas elecciones despertó fuertes críticas de la oposición, quienes incluso advierten de un posible fraude.

El escrutinio provisorio es el primer conteo de votos que se hace apenas termina la elección no tiene validez legal, pero son los primeros datos preliminares que se presentan a la ciudadanía horas después de terminada la votación. Los datos que sí cuentan legalmente están disponibles a los 10 días corridos de la elección, en el escrutinio definitivo.

En elecciones, del cómputo de votos surgen tres documentos que deben ser firmados por el
presidente de mesa y los fiscales: el acta de escrutinio, el telegrama y el certificado de
escrutinio. Los cuales muestran los datos de los votos de cada mesa.

A partir de las elecciones de 2019 se utilizará un nuevo software llamado SmartTally, el cual fue adquirido por licitación a través de Correo Argentino. Fue diseñado especialmente para la
Argentina por una empresa venezolana, Smartmatic, y su principal función es permitir que los
telegramas con los votos de cada mesa sean transmitidos desde cada escuela de forma
digital hacia los centros de cómputos. Hasta el momento, los telegramas se mandaban por vía terrestre al Correo, allí se digitalizaban, y posteriormente se enviaban a los centros de cómputos de la Dirección Nacional Electoral (DINE), que depende del Ministerio del Interior de la Nación.

Diputados nacionales del Frente para la Victoria y autoridades del Partido Justicialista de la
Provincia de Buenos Aires advirtieron, durante una conferencia de prensa el jueves 11 de julio, sobre un posible fraude mediante la utilización de esta nueva tecnología.

"Con el nuevo sistema no se podría producir un fraude que dañe la integridad de la
elección, ya que dos de los tres documentos que se usan para el escrutinio (el acta de
escrutinio y el certificado de escrutinio, que son firmados por el presidente y los fiscales)
no son manipulados por el nuevo sistema", explicó la especialista en derechos digitales y
presidenta de la Fundación Vía Libre, Beatriz Busaniche.

Sin embargo, según la especialista, la legitimidad de la elección se podría ver amenazada, ya que el conteo provisorio (cuyos resultados suelen ser comunicados primero a la ciudadanía) se realizará con un software no auditable por los partidos que podría diferir del resultado que
surge de los documentos en papel (telegrama, actas y certicados de escrutinio).

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Los cuestionamientos de la oposición se centraron en dos aspectos de la digitalización. El primero se relaciona con una falla registrada en la prueba del software, instancia en la cual se simula el escrutinio tal cual el día de la elección. Según informa la Secretaría, la falla estuvo relacionada con un problema de conectividad a Internet. Aunque Consenso Federal denunció que conocieron por vía informal que "el sábado [por el 13 de julio] se habría hecho una prueba sin la participación de los partidos políticos".

La otra crítica de la oposición es la imposiblidad de ver el código fuente, el cual permitiría saber cómo fue desarrollado el programa y si tiene vulnerabilidades o no. A este código solo tendrá acceso la empresa, haciendo imposible su scalización por parte de los partidos políticos. Según especialistas y apoderados de la oposición, esto podría deslegitimar la elección en caso de haber fallas en la transmisión digital de los datos. De todas formas, la empresa asegura que de existir la necesidad de revisar el código, se le entregará una copia a la CNE.