El informe del staff del organismo advierte sobre los riesgos que corre el programa económico. Igual, el actual jefe se mostró optimista.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó diez puntos su proyección de inflación. Y empeoró sus estimaciones de actividad para este año y el próximo. Y aunque confió en la capacidad de repago de la deuda argentina, advirtió que está "sometida a mayores riesgos". Por eso, pidió más ajuste para la segunda mitad del año.

Informe

Así quedó expresado en el informe que difundió el staff del organismo. Antes de aprobar el más reciente desembolso correspondiente al salvataje financiero al gobierno de Mauricio Macri. Pese a este sombrío panorama, el director gerente interino, David Lipton, aseveró que el programa económico prescripto al gobierno de Mauricio Macri "está dando sus frutos".

Lipton se refirió al caso argentino 48 horas después de que el directorio del organismo multilateral aprobara el desembolso del quinto tramo del préstamo por 57.500 millones de dólares. La mayor asistencia que el organismo otorgó a un país. Se trató de una transferencia de u$s 5.400 millones de dólares. Con la que completó el 80 por ciento del crédito comprometido.

"Argentina ha tenido algunos altibajos. Entendemos que la incertidumbre política puede afectar el sentimiento. Pero la buena noticia es que ha implementado las políticas que diseñaron en el programa, los llevaron a cabo. Y está dando sus frutos ", dijo Lipton en una entrevista concedida al Financial Times.

Panorama desalentador

El informe del staff pinta, en cambio, un cuadro que no parece tan alentador. De hecho, ese elevó en 10 puntos porcentuales la estimación de inflación de Argentina para el 2019 a 40,2 por ciento. Esto desde un cálculo previo de 30,5 por ciento. También se profundizó levemente la proyección de contracción económica de este año. De 1,2 por ciento a 1,3 por ciento. Para 2020, se revisó la estimación de crecimiento: del 2,2 por ciento al 1,1 por ciento.

Es que, para el Fondo, "dado que la inflación es más persistente, las tasas de interés reales deberán permanecer más altas durante más tiempo. Afectando nuevamente la demanda interna y las importaciones".

Metas

El FMI subrayó que se cumplieron las metas fiscales y monetarias acordadas a cambio del salvataje financiero. Pero al mismo tiempo elevó la meta de superávit fiscal para el tercer trimestre: hasta 70.000 millones de pesos.

Es que las tasas de interés más altas y el crecimiento más bajo contribuyeron a elevar los niveles de deuda. El organismo multilateral advirtió que "el programa enfrenta importantes riesgos a la baja". Señaló que "el principal" es la dolarización de carteras, que provocará presiones de depreciación, impactando en la inflación y conduciendo a un aumento en la relación deuda-PBI y una mayor pérdida de reservas de divisas que la proyectada en el escenario base del FMI.

Por esta razón consideró importante tratar de extender los vencimientos de deuda y elevar la tasa de renovación de pasivos.

Indicadores de crédito

Según el FMI, los indicadores de crédito también se deterioraron desde la tercera revisión. Por ejemplo, con el servicio de la deuda alcanzando un máximo de casi el 25 por ciento de las exportaciones, frente al 23,7 por ciento anterior. "La deuda pública se situaba en el 87 por ciento del PBI a fines de 2018 y las necesidades de financiamiento brutas de 2019 superan el 15 por ciento del PIB", indicó.

El organismo admitió que estos elevados compromisos combinados con una gran proporción de deuda denominada en moneda extranjera, la baja relación de las exportaciones en relación con el PIB y un sistema bancario nacional relativamente pequeño, implican vulnerabilidades de la deuda. Además, una gran parte de la deuda de Argentina está en manos de grupos de inversores, incluidas instituciones financieras nacionales, inversores minoristas y otras entidades públicas, cuyas tasas de refinanciación se estiman que se mantendrán altas.

Así y todo, el Fondo espera que la deuda pública disminuya a 77 por ciento del PBI para fines de 2020 y a 60 por ciento en el mediano plazo, "reflejando la consolidación fiscal programada".

Además, las mayores necesidades de financiación bruta derivadas los recientes vencimientos plantean un riesgo de liquidez en los próximos meses. En su particular lenguaje, el Fondo reiteró la conclusión de revisiones anteriores: "La deuda de Argentina se evalúa como sostenible pero no con una alta probabilidad".