El gobierno de Estados Unidos anunció que a partir de este martes bloqueará todos los pedidos de asilo político de inmigrantes que lo pidan en territorio norteamerican.

 

Hasta ahora, la legislación estadounidense no prohibía el asilo político dependiendo de la ruta del migrante.

El objetivo de la nueva norma interna del Departamento de Seguridad Nacional es evitar que miles de centroamericanos crucen esa región y México para llegar a la frontera sur estadounidense. Como sucede hace años y parece haberse recrudecido en los últimos tiempos.

La nueva norma que bloquea el pedido de asilo político en territorio estadounidense también incluye a menores de edad que cruzan la frontera solos.

Las únicas excepciones son si un inmigrante llega al país en contra de su voluntad, dentro de un sistema de tráfico de personas. Si los países que atravesó el extranjero no son signatarios de los acuerdos que defienden a los refugiados. Algo que no sucede con ninguno de los territorios vecinos de Estados Unidos. O si el solicitante pidió protección en una tercera nación y le fue negada.

Desde el gobierno, el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, defendió la nueva norma interna -que no debe pasar por el Congreso porque no es una ley-.

Y prometió que reducirá las “abrumadoras cargas que causan los solicitantes de asilo que no buscan protección urgente en el primer país disponible. Migrantes económicos que carecen de un miedo legítimo a ser perseguidos”.

“El gobierno de Trump trata, unilateralmente, de revertir los compromisos legales y morales de nuestro país para proteger a la gente que escapa”, sentenció la ONG.

El nuevo anuncio oficial coincide con el inicio de una redadas masivas en varias ciudades del país para detener a inmigrantes sin papeles.