Siguiendo una tendencia a nivel nacional y mundial, más preponderante en zonas costeras, el concejal Eduardo Paoletti propone el análisis de una norma que pretende generar en todos nosotros un cambio cultural en algo que se fue acentuando fuertemente en los últimos años, el "use y tire".

 

En la época de lo fungible o la liquidez, en donde todo se usa una vez y se deja de utilizar, esto tiene una clara cuestión práctica que nos beneficia, pero a su vez genera del otro lado una amenaza para nuestro ambiente y ecosistema.

La problemática del plástico es considerada un drama a nivel global y complejo de abordar, por lo que considero que se debe propender a disminuir su producción y consumo, promover su reemplazo por materiales biodegradables y la opción de la reutilización y/o reciclaje. Los plásticos tradicionales tardan entre 100 y 500 años en degradarse, frente a los 3 a 6 meses que tardan los nuevos productos en biodegradarse.

Es por eso que lo que se pretende es intentar reducir el consumo llegando a que los utensilios dejen de ser fungibles para volver a utilizar reutilizables.

Para esto se plantea una primera etapa de concientización. Como ya se probó con productos como la sal en locales gastronómicos, se propone que la utilización de utensilios descartables no sea impulsada por los locales, sino que deba ser necesariamente requerida por los clientes, desalentando así su uso.

Es sabido que la mejor manera de que este tipo de normas funciones es que la población se apodere de la misma y la haga suya por considerarla un beneficio para todos, sino encontrará dificultades para ser exitosa.