Ya empezaron a generar terror en Estados Unidos, donde expertos y legisladores afirmaron que son una amenaza para la seguridad nacional y la elección de 2020. Se trata de las "deep fake" (mentira/falsificación profunda), los videos alterados mediante programas de inteligencia artificial para hacer que una persona diga algo que en realidad nunca dijo.

Lo más problemático de este novedad es que los expertos en edición de video, en inteligencia artificial y los políticos coinciden en lo mismo: no estamos listos para evitar la divulgación de estos contenidos. De todas formas, ya se está trabajando en sistema que puedan identificar la manipulación para encontrar detalles que indiquen la falsedad de un rostro, una boca o alguna palabra, pero no son completamente efectivos.

Hubo videos protagonizados por Vladimir Putin, Donald Trump y Mark Zuckerberg, entre otros. Facebook decidió no eliminar los que se armaron con su fundador, pero sí anunció que informará que se tratan de contenidos manipulados o alterados.

Algunas plataformas son tan simples de usar que lo único que requieren es la carga de un video y el ingreso del texto que se busca hacer que diga el protagonista de la "deep fake".

Esta tecnología también se empezó a usar en la industria pornográfica, para que "famosas" protagonicen videos para adultos. En realidad lo que hacían era agregar el rostro de una actriz o modelos al cuerpo de otra mujer, para que parezca que ella es la que está en el clip.

Por considerarlo "contenido no consensuado", plataformas como Pornhub, Reddit y el servicio de almacenamiento de imágenes Gifycat están luchando contra esto y lo están eliminando de sus portales.

Manipulación vs deep fake

Un video de Patricia Bullrich fue manipulado para que parezca "borracha". Según la ministra, se trató del "primer #FakeNews de la Campaña 2019".

Claramente es una información falsa, pero como confirmó Reverso, no es una deep fake sino un video manipulado.

“El deep fake es un contenido creado con técnicas de inteligencia artificial. Si se trata de ralentizar un video ya existente, es una pieza manipulada digitalmente, no un 'deep fake' ”, dijo a Reverso Pedro Noel, periodista de First Draft.

Uno de los ejemplos más recientes se viralizó hace unas semanas. Un video editado de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, hacía parecer que la líder demócrata tenía dificultades para hablar, como si estuviera intoxicada. Una versión del video tuvo más de dos millones de reproducciones.

"Hasta los más expertos tienen dificultades para determinar si esos vídeos son reales o no", explicó a la agencia EFE el profesor Thomas Kent de la Universidad de Columbia de Nueva York. Fue parte de un congreso Mundial de Agencias de noticias que se realizó en junio en Bulgaria, donde se planteó la "espantosa" perspectiva que representan los llamados "deep fake".