El gobierno porteño responsabilizó a los sin techo por no aceptar los paradores. Responden las organizaciones que trabajan día a día con la población en la calle.

La muerte de Sergio Zacariaz, el hombre de 52 años que falleció por hipotermia en plena calle, a pocas cuadras de la Casa Rosada, volvió a encender la alarma por el aumento de gente en situación de calle en la Ciudad. Y por la falta de respuestas del Estado para darles contención, en pleno invierno y con un proceso de pauperización creciente.

Este miércoles, con la llegada del día más frío en lo que va del año, por iniciativa de Red Solidaria, el club River Plate abrió las puertas del estadio para recibir donaciones de frazadas, ropa de abrigo y dar albergue. “Entendemos la solidaridad. Pero es una vergüenza porque no estamos hablando de una catástrofe. Sino de una población estable todo el año. Y no puede ser que haya que esperar que se muera una persona para dar soporte. Y ni siquiera lo hace el Estado”, remarcó Horacio Avila, referente de la organización Proyecto 7. Es una de las organizaciones que realizan el Censo Popular de Personas en Situación de Calle.

Muertos por el frío

Zacariaz, a quien encontraron muerto en la vereda, en Perú entre Venezuela y Belgrano, no fue el primer muerto por el frío en el país. Pero el único que alcanzó la tapa de los diarios por haber fallecido a cinco cuadras de la Casa de Gobierno, en el distrito más rico del territorio nacional. Antes, según detalló el titular de Red Solidaria, Juan Carr, fallecieron dos personas en la provincia de Buenos Aires. Una en Jujuy, otra en Venado Tuerto, Santa Fe.

Un hombre en situación de calle murió por el frío

La muerte de Zacariaz, se conoció la misma semana en que el gobierno porteño dio a conocer los números del censo que realizó la Dirección General de Estadística de la Ciudad. Contabilizó 1146 personas en situación de calle. Y aunque la cifra está muy alejada de la que manejan las organizaciones sociales, que realizaron una medición paralela, el resultado pone de manifiesto lo que el mismo gobierno no puede ocultar. Que es el tercer año en que esa cifra aumenta.

“El número es absolutamente irrisorio. Aunque el Censo Popular todavía se está procesando en el Ministerio Público de la Defensa, cualquier persona que patea la calle ve que se ha triplicado la cantidad de personas a la intemperie”, explicó Jorgelina Di Iorio, Es censista, integrante de la Asamblea Popular Plaza Dorrego de San Telmo. E investigadora del Conicet. Y recordó que el año pasado, mientras el gobierno hablaba de 1091 personas en situación de calle, las organizaciones sostenían que eran más de 7000.

Aumento

“Como tienen que reconocer un aumento, hablan de 55 personas más. Número que no cierra ni siquiera tomando los datos oficiales de la cantidad de vacantes que hay en los paradores. Unas 2000 camas, que además dejan afuera a muchísima gente. Sabemos que hay un aumento exponencial, que además quedó expuesto con el pedido de una ONG de abrir River para dar albergue. Pero ante un problema que construye el Estado con su política de miseria, hay que exigir respuestas acorde al nivel del problema. Más allá de apelar a la solidaridad. Políticas reales, no soluciones pasajeras. Porque en la noche más fría River abre sus puertas, pero mañana esa gente va a seguir estando en el calle”, agregó.

En la misma línea, Avila sostuvo que “el número es mentiroso, pero es el segundo año que tienen que reconocer un aumento”. Y detalló que en el mapeo que realizaron, además de constatar que es cada vez más la cantidad de gente que se encuentra en situación de calle en la ciudad, se modificó la población. “Hay más familias y pibes con chicos. Una población mucho más joven. Y muchas ranchadas con los muebles. Expulsados del sistema”.

Donaciones

Mientras caía la tarde del miércoles y la ola de frío se volvía más intensa en la ciudad, muchas personas se acercaron hasta el estadio de los Millonarios con donaciones. Al mismo tiempo, las redes sociales daban cuenta de una solidaridad urbana que se desplazó por los barrios porteños. Para entregar algún plato de comida caliente y abrigos, para cubrir las ausencias del gobierno encabezado por Horacio Rodríguez Larreta.

Durante el día, circuló un mensaje en el que se daba cuenta de las parroquias en las que se puede almorzar, cenar o ducharse. E incluso recibir atención médica o psicológica.

Responsabilizar a la víctima

En este contexto, y tratando de explicar la muerte de Zacaríaz, horas antes, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, trasladó la responsabilidad a la víctima. Y afirmó que “hay personas que prefieren dormir en la calle antes que a ir a un parador”.”Hay personas con situación psiquiátrica, con adicciones. También hay quienes vienen de otras jurisdicciones. Son un montón de variables, los paradores están en condiciones óptimas. Pero a veces una persona con problemas psiquiátricos no quiere ir a un parador. Prefiere dormir en la calle con 3 grados”, dijo el funcionario a la radio Futurock.

“Los paradores siguen siendo sistemas carcelarios, expulsivos y discriminadores, que cuando hay diez grados te echan a la calle”, señaló Avila. Y agregó, además, que el proceso para ser admitido no es simple. Va desde las largas colas que deben hacer sin saber si van a tener lugar. Hasta las derivaciones a través del programa Buenos Aires Presente (BAP). Por medio de una llamada telefónica que puede demorar días.

Para Di Iorio, que, además de integrar la Asamblea, es investigadora Conicet, sobre trayectorias de personas en situación de calle en contextos urbanos, los paradores son centros expulsivos. “Son personas que están en condición de vulnerabilidad, a la que le ofrecen un lugar donde los destratan. Gente cuya situación los hace sentir culpables, entonces puede ser que elijan no ir. Pero es una elección forzada por las condiciones que proponen esos lugares para alojarlos. Lugares donde un día pueden tener una cama y al otro no. Donde no pueden dejar sus pertenencias. Y tampoco puede denunciar los maltratos. Nadie elige vivir en la calle, es una elección forzada la que hacen” remarcó. Y agregó: “Todos los inviernos muere gente en los centros urbanos por falta de políticas. Almitas desconocidas que nadie se entera, solo a veces se hace más visible”.