El Balance de Pagos (Indec) revela que el total de la deuda. Y el pago de intereses se ha incrementado sustancialmente en el primer trimestre de este año.

La deuda externa total se ubicó en 275.828 millones de dólares en el primer trimestre de 2019. Se trata de un aumento de 22.932 millones de dólares respecto de igual período del año pasado. El Gobierno siguió incrementando su exposición en deuda externa. Se registraron pasivos por 169.750 millones de dólares (16.698 millones más que en 2018). El principal factor para explicar este avance del endeudamiento fueron los créditos de urgencia del Fondo Monetario Internacional. El sector público pasó de tener 35.121 a 61.028 millones de dólares en préstamos en el último año. El Gobierno mantiene además deuda en bonos soberanos por 108.721 millones de dólares. Los datos fueron informados en el Balance de Pagos elaborado por el Indec, que muestran la vulnerabilidad de la economía. La Argentina y Turquía son los únicos dos países emergentes con más deuda en moneda extranjera que local.

Las cuentas del Balance de Pagos permiten observar otro problema estructural para el país: el fuerte aumento de los pagos de intereses. En el primero trimestre de este año se realizaron desembolsos por 4511 millones de dólares. La cifra había sido de 3667 millones para el mismo período del año pasado. Esto implica un incremento del 23 por ciento.

El pago de los intereses de la deuda es una de las principales tensiones para los próximos años. Se suma también en el 2021 el cronograma de pagos del capital adeudado al Fondo Monetario. La mayoría de economistas aseguran que será necesario avanzar en una renegociación de los pasivos con el organismo internacional para estirar los plazos del repago.

En el informe del Indec se destacan los efectos de la devaluación y la fuerte recesión en la que se encuentra el mercado interno. Las principales cuentas del Balance de Pagos describe la situación de exportación e importación de mercancías en la cuenta corriente. El nivel de compras del exterior en el primer trimestre del año fue de 11.626 millones de dólares. Había sido de 16.176 millones en igual período del 2018. La caída de la actividad económica fue el principal factor para explicar este derrumbe de las importaciones. Las ventas al exterior durante el mismo lapso se mantuvieron en torno de 14.000 millones de dólares. El resultado fue un superávit de 2562 millones de dólares en el intercambio comercial. La cifra revirtió el déficit de 1653 millones de dólares anotado en el primer trimestre de 2018.

El intercambio de servicios no fue superavitario pero redujo fuertemente el rojo. Se computó un déficit de 1706 millones de dólares, cuando el desequilibrio había alcanzado 3396 millones de dólares en igual período del año pasado. Este resultado se explica por el retroceso de viajes al exterior de los argentinos. La suba del tipo de cambio en el último año fue cercana a 120 por ciento y desincentivo el turismo al resto del mundo.

Se agrega además la pérdida de capacidad de compra de la población. Las paritarias no consiguieron ganarle a la inflación el año pasado y este año los consultores estiman nueva caída del salario real. El ajuste del mercado interno fue la clave para entender la menor pérdida de divisas por turismo. El problema principal es que la tendencia no compensa ni el aumento de pagos de intereses de la deuda ni la formación de activos externos privados. Los últimos datos del balance cambiario del Banco Central registraron que las compras brutas de dólares siguen en niveles record. El Gobierno potencia el problema apreciando nuevamente el tipo de cambio para mejorar sus chances electorales.