Esta identificación se produjo gracias a un proyecto que tiene como objetivo unificar, cotejar y comparar datos de personas desaparecidas de su hogar con posibles víctimas del delito de trata de personas u otras modalidades delictivas.

 

Este proyecto comenzó en 2013 y abarca a personas desaparecidas desde 1983, con la vuelta a la democracia. Es un trabajo coordinado entre la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), la Colectiva de Intervención Ante las Violencias (CIAV) y el Ministerio de Seguridad de la Nación.

De esas 301, 277 son hombres y 24 mujeres, todos mayores de edad. En tanto, aún restan 160 cuerpos de personas cuyas familias todavía no fueron notificadas.

Los organismos relevados fueron las Secretarías de Derechos Humanos; las divisiones policiales de las distintas provincias; el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas. También participaron la Dirección General de Registro de Personas Desaparecidas de la provincia de Buenos Aires; las organizaciones Missing Children Argentina y Red Solidaria ‘Personas Perdidas‘.

A todas ellas se les solicitó que informaran a la Protex todas las denuncias registradas, ya sean menores o mayores de edad, y que en la actualidad permanecieran en dicha situación.

De esa manera, el material se sistematizó y procesó para que se conformara una base de información desagregada por provincia.

Por otro lado, se accedió a todas las fichas de cadáveres NN que se encuentran en el Registro Nacional de las Personas, que fueron enteramente digitalizadas por el Ministerio de Seguridad de la Nación. Posteriormente se cotejaron las huellas de los cadáveres NN con aquellas de las personas denunciadas como desaparecidas.