El joven está imputado por asesinar a otro de dos balazos en mayo del 2018, El fiscal pidió que se lo condene a 25 años de prisión. En medio de una audiencia, la mujer pidió permiso y sorprendió a todos al perdonarlo.

Fabián Rafael Dos Santos, de 26 años, está acusado de matar a balazos en mayo de 2018 a Santiago Vitale, en Necochea. En el inicio del debate oral, la madre de la víctima lo perdonó y abrazó frente al Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 1 de esa ciudad balnearia.

Después de que Dos Santos, quien nació en Misiones, pidió perdón a la familia de la víctima, la mamá de Vitale -Nancy López- le preguntó al juez si se podía acercar al imputado y le dijo: “Yo te perdono, como mamá de mi hijo. Solo vos y mi hijo saben lo que pasó. Sé que mentiste”,mientras le acariciaba la cara.

 

“No mentí, yo dije la verdad. Yo salvé a mi hijo y salvé a mi mujer”, le respondió Dos Santos. López después lo abrazó y besó, frente a las lágrimas de la defensora oficial, Belén Barbafina.

El juez Juliano explicó que “tanto el hecho como la autoría estaban reconocidas”, y que en ese marco se produjo el perdón de la mujer al asesino de su hijo,que emocionó a todos los que estaban presentes en la sala, incluido él.

“Hoy me tocó presenciar un hecho inusual. Juicio por homicidio. La madre de la víctima pide acercarse al imputado y le dice que lo perdonaba y que le deseaba lo mejor en la vida. Tomó su cara en sus manos, lo besó y después se abrazaron y lloraron juntos (igual que los demás)”,tuiteó el juez luego de la audiencia.

 

Por su parte, el fiscal Guillermo Sabatini pidió una pena de 25 años de prisión para Dos Santos, por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El abogado de la familia, Juan Pablo Roselló, solicitó la misma pena; mientras que la defensora Barbafina pidió que el imputado sea absuelto por el uso de la legítima defensa, o que subsidiariamente sea condenado por el exceso de la misma.

El crimen ocurrió durante la madrugada del 5 de mayo de 2018, en una quinta ubicada en avenida 98 y 155, de Necochea, en la que Dos Santos trabajaba como cuidador. Tras una discusión, el imputado le efectuó un disparo en el cuello y otro en la cabeza a Vitale, y luego desnudó al cadáver y lo arrojó en una zanja a unos cinco kilómetros del lugar y lo tapó con pastizales, mientras que a la ropa de la víctima la incineró. Días más tarde le avisó al dueño de la quinta de que lo habían querido asaltar y que había matado al ladrón.