El ya varias veces gobernador es amplio favorito.

La expectativa en Formosa, tras el cierre de las elecciones, no está puesta en quién ganará sino en todo caso en qué porcentaje sacará Gildo Insfrán, de quien nadie parece dudar de que conseguirá su reelección. La apuesta de Adrián Bogado, el candidato apoyado por el gobierno nacional es acumular una cantidad de votos que lo deje bien posicionado para tratar de llegar a la gobernación en 2023.

Insfrán fue vicegobernador de Formosa entre 1987 y 1995. Ese año asumió como gobernador y desde entonces ocupa ese cargo. Si se confirma lo que anticiparon los sondeos y gana, tendrá su séptimo mandato consecutivo.

Los formoseños habilitados para la participar votar hoy eran 452.389. Además de gobernador, eligieron 15 diputados provinciales para renovar la mitad de la Cámara, 27 intendentes y concejales.

Insfrán usó para su lista la denominación Frente de Todos, el mismo que usará la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a quienes se descuenta que apoyará. Llevó de compañero de fórmula al diputado provincial Eber Solís.

Con apoyo del gobierno de Cambiemos, Bogado compitió con la boleta del “Frente Amplio Formoseño-Juntos por el Cambio”, versión formoseña del macrismo. También peronista e hijo del primer gobernador formoseño tras el regreso de la democracia, Floro Bogado, el principal adversario de Insfrán fue escoltado en la fórmula el radical Iván Kaluk, titular de la filial local del PAMI. Por el Partido Obrero se presentaron Natalia Coronel y Cristian Villasboas.

En 2015, Insfrán consiguió su última reelección con el 73 por ciento de los votos, contra 26 del radical Luis Naidenoff. Hace dos años el caudal del oficialismo formoseño se redujo notablemente. Con la denominación “Frente para la Victoria”, en las legislativas de 2017 sacó 52,4 por ciento, contra un 45,1 de Cambiemos.