Hace poco más de un año fueron entregados en guarda preadoptiva, pero la vinculación fracasó. El Concejo abordará hoy la problemática.

Una pareja volverá a reclamar a la Justicia la adopción de un niño al que criaron desde los 34 días y de sus tres hermanos. Hace poco más de un año, los cuatro fueron entregados en guarda preadoptiva a un matrimonio, pero el proceso de vinculación fracasó. Ahora, los chicos viven con otra familia, con la que intentan crear lazos y formar un hogar definitivo.

Intentos

"Vamos a hacer lo imposible para volver a estar juntos", afirmó varias veces Gustavo Monduzzi. Mientras repasaba la cantidad de gestiones que realizó en los últimos meses con el objetivo de reencontrarse con el menor. Que actualmente tiene dos años y medio.

En su corta edad, destacó, el chiquito convivió con cinco familias. "Estuvo primero con sus padres biológicos, después con nosotros. Con otro matrimonio, en un hogar transitorio y ahora con una nueva familia", dijo. Y reclamó que "las instituciones del Estado permitan que el nene y sus tres hermanos vuelvan a casa".

Pedido

El pedido se presentará públicamente este mediodía, en medio de una jornada organizada en el Concejo Municipal de la cual participarán profesionales especializados en infancia y representantes de la Asociación Civil Niños Visibles, de la capital provincial.

Monduzzi y su pareja, Carina Médula, se anotaron en julio de 2016 para formar parte del programa Familias Solidarias del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, una iniciativa que busca garantizar el cuidado de niños y adolescentes, sin recurrir a su institucionalización. Seis meses después, desde la Subsecretaría de Niñez les preguntaron si podían alojar a un bebé de sólo 34 días mientras se intentaba su vinculación con su familia de origen.

El niño convivió con los Monduzzi hasta abril del año pasado. Por esa fecha, Niñez declaró el estado de adaptabilidad del niño y la pareja pidió por primera vez la adopción del bebé. Entonces, la corta historia del pequeño empezó a circular en los medios de comunicación.

El pedido llegó al despacho del juez de Villa Constitución, Oscar Davini. El magistrado advirtió que uno de los requisitos que se plantea a quienes integran el plan Familias Solidarias es que no podrán adoptar a los niños, y con ese argumento rechazó la pretensión y dispuso que el chiquito sea entregado en guarda a otra familia, que se había comprometido a adoptar también a sus tres hermanos. Después, la sala 1 de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial confirmó la resolución del magistrado.

Los niños, de entre 9 años y 16 meses por entonces, fueron entregados a una familia que se había seleccionado del Registro Unico Provincial de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruaga) y había aceptado recibir a los cuatro hermanos.

Pero los fracasos en los procesos de vinculación —cuando los niños y la posible familia adoptiva empiezan a conocerse— son más frecuentes de lo que se cree. El matrimonio renunció a la guarda de los menores, los niños permanecieron en un dispositivo de alojamiento transitorio de la provincia hasta que las autoridades del Ruaga encontraron otra familia dispuesta a recibirlos.

"Los niños están bien"

"Los niños no fueron abandonados en ningún momento. Están bien,viviendo en un hogar con personas comprensivas y criteriosas", señaló el juez Davini.

El magistrado recordó que "la adopción es un sistema regulado por el Estado, que tiene que privilegiar la situación del niño" y afirmó que, aunque se tomen todos los recaudos, muchas veces las vinculaciones adoptivas no salen bien.

"Evaluamos a los aspirantes en abstracto y, en la práctica, la relación puede no funcionar. Las relaciones humanas son complejas, a veces hay una idealización de la paternidad que después no se condice con la vivencia diaria", explicó el magistrado.

De todas formas, repitió, "los chicos estuvieron todo el tiempo resguardados. Los plazos legales se cumplieron estrictamente. No fueron abandonados ni institucionalizados. Y actualmente están con una familia que ya inició los trámites de adopción".

Los chicos, sostuvo, están escolarizados, practican deportes y están asistidos por profesionales de la salud. "Son niños que han tenido una vida trágica, que necesitan otra oportunidad en la vida. Y entiendo que estamos encaminados para que tengan una familia", concluyó.