El caso de los ancianos depositados en un bar el miércoles pasado provocó una explosión de solidaridad.

 

La publicación de la noticia de que una pareja de ancianos había sido abandonada en un bar de la ciudad, provocó la reacción solidaria de los rosarinos.

Hugo e Hilda, de 92 y 86 años, tuvieron que desalojar el departamento donde vivían con uno de sus hijos. La inmobiliaria les había pedido el lugar porque debían devolverlo a los dueños. El hijo era quien se encargaba de pagar el alquiler. En tanto, la inmobiliaria le solicitó que entregara la llave.

Todavía no se entiende por qué luego de desalojar el lugar donde vivían, el hijo dejó a sus padres en un bar y el resto de las pertenencias en una guardería.

Con el correr de las horas, en el bar de 27 de Febrero y Corrientes, se dieron cuenta de que nadie llegaba a buscar a los abuelos.

Llamaron a la comisaría 5ta, los oficiales fueron a buscar a los ancianos y los trasladaron, ante la angustia y el desconcierto de los abuelos, a la comisaría. Desde allí intentaron localizar al segundo hijo del matrimonio, Raúl González.

Con su hijo

Raúl acostumbra a silenciar el celular cuando está trabajando, por eso el miércoles pasado, recién cuando llegó a su casa descubrió que tenía más de siete llamadas perdidas. Eran de la policía.

Los agentes le solicitaron que fuera a retirar a sus padres. "Salí volando" contó.

A través de las redes sociales llegaron mensajes de personas conmovidas por la noticia.

"Puedo ofrecerles la habitación de mi nena a los abuelos, ¿con quién tengo que hablar?"; "Yo quiero colaborar. Tengo un lugar, y quisiera comunicarme con los abuelos", son algunos de los mensajes que se recibieron de los lectores solidarizados con la situación.