Juan Alberto “Beto” González tenía 23 años. Trabajaba 12 horas diarias como repartidor de achuras para un frigorífico de Villa Gobernador Gálvez. El pasado 1º de abril fue acribillado en la puerta de la casa de su amigo Brian, quien lo esperaba para salir a bailar.
En la causa consta que los tiros partieron desde una moto casi desvencijada. Era una Yamaha YBR comandada por dúo que contrastaba en su fisionomía: un joven entrado en kilos, aún no identificado, al volante. En el asiento trasero, otro cuya delgadez no pasa desapercibida, apuntado como tirador.
Desde un primer momento circuló la versión de que Beto fue asesinado por error, tal y como manifestaron sus familiares y diversos testimonios incorporados al legajo de investigación. El fiscal de Homicidios Miguel Moreno trabajó esa hipótesis y a dos meses del hecho, este jueves, fue imputado Marcelo Ezequiel G., alias Pala (también le dicen Palita o Pariente), quien fue detenido en barrio Tablada.