Un hombre que padece trastornos psiquiátricos y no recibe atención quiso ingresar al centro de salud. Al negárselo, intentó golpear a empleados y pateó un auto que estaba en la puerta.

 

No es la primera vez que el personal de salud tiene que lidiiar con el mismo hombre. Ya saben que es un enfermo psiquiátrico, que no recibe cuidados y que va a buscar problemas al hospital Cullen. Lo que no entienden es el argumento, pero cada vez los problemas se agravan.

Este miércoles, el hombre intentó ingresar en la madrugada. El personal de seguridad se lo impidió, cumpliendo las órdenes del director. Pero el hombre se enojó: primero intentó golpearlos, luego arrojó piedras contra la puerta y por último pateó un auto que estaba estacionado en la puerta, dejándolo abollado en uno de sus lados.

En otras ocasiones, la policía lo llevó detenido, pero este miércoles tuvo suficiente tiempo como para producir demasiados daños.

La semana pasada, por ejemplo, rompió la puerta eléctrica de ingreso a la guardia, cuentan los empleados.

Según contaron a la radio Aire de Santa Fe, los empleados dicen estar atados de pies y manos: “No podemos tocar a la persona, sólo somos simples civiles con una campera que dice vigilancia”. Lo que piden es mayor ayuda del destacamento que tiene el centro de salud a uno de sus lados, para no tener que llamar al 911 y esperar el accionar policial, sino que sea inmediato.