En medio de los rumores de separación con Facundo Ambrosioni, Morena Rial decidió volver a ponerse tinta en el cuerpo para dedicarle un primer tatuaje a Francesco Benicio, su hijo de un poco más de dos meses de edad.

Debido a que eligió un plano muy cerrado para las fotos que compartió en sus redes sociales, no se logra reconocer en qué parte del cuerpo eligió la hija de Jorge Rial llevar el homenaje para su bebé.

El dibujo consta de las piernas de una mujer con un vestido ayudando a caminar a un niño que viene pateando una pelota de fútbol. Debajo de las figuras, se puede leer el nombre de su hijo.

Los anteriores tatuajes de Morena no han tenido una buena historia, ya que uno fue dedicado hacia su ex pareja, Martín Casar. Tras la separación, decidió cubrirlo. "Errores, uno siempre los puede cometer, solo hay que saber taparlos", escribió en sus redes en enero del año pasado. Por su lado, Casar decidió hacer lo mismo, con un tatuaje gigante de su perro.

El otro tattoo con una mala historia es el que se hizo en honor de su papá, que se vio dañado cuando More quiso atentar contra su vida en medio del escándalo contra el periodista y su hermana. "Me quise suicidar cortándome las venas de la mano... me quise cortar donde tengo el tatuaje con el nombre de él porque lo odio. No fue un llamado de atención, lo hice de verdad", aseguró la cantante en mayo del año pasado.

Quien también pasó por el taller de Walkiria Tattoo fue Facundo Ambrosioni, el papá de Francesco, demostrando así que asistieron juntos a tatuarse, y también una vez más que la supuesta crisis que los tenía a maltraer no existe. Durante la semana, la joven había sido contundente en sus redes sociales. "Cómo rompen las pelotas. ¿Por qué no averiguan bien antes de hablar tantas pelotudeces? Dejen de mentir o inventar quilombos que acá hay una familia armada y rompen las pelotas sus comentarios de mierda", sentenció.