Otorgan seis meses de gracia para que los que el locatario sólo se haga cargo de los gastos fijos. Una medida para que no se vacíen las galerías.

La crisis y el costo de los alquileres comerciales provocó la puesta en marcha de un sistema inédito en las locaciones de negocios en las galerías céntricas. Se está ofreciendo ocupar los espacios vacíos cerrados otorgando seis meses de gracia, "es decir sin pagar alquiler, sólo los gastos fijos", reveló ayer el responsable de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta. Una modalidad que complementa el congelamiento de los alquileres que pactaron las partes para sostener los costos y evitar los cierres masivos.

Macroeconomía

La macroeconomía ha profundizado la recesión a niveles impensados. Sin ir más lejos, en el último año en Argentina se perdieron casi 270 mil puestos de trabajo. El rubro de las manufacturas perdió en este período unos 70 mil empleos y el comercio recortó 46.400 trabajos.

Según datos del Centro de Información Económica de la Secretaría de la Producción local, la actividad en Rosario se desplomó un 8,6 por ciento durante marzo consolidando el séptimo mes de caída ininterrumpida. Dentro del comercio y tomando esta variación interanual, el rubro minorista descendió el 8 por ciento y el mayorista el 5,1 por ciento.

En este contexto, los comerciantes rosarinos aguzan el ingenio con mecanismos tendientes a contrarrestar el desplome. "Hace más de un año venimos proponiendo a los dueños de locales que primero congelaran los precios de los alquileres porque la crisis se iba a profundizar y ellos iban a tener que afrontar los gastos fijos. Algunos nos escucharon y lograron retener a los inquilinos, y los que no, ahora tienen que recurrir a iniciativas como ésta para evitar el mantenimiento de locales vacíos", explicó Acosta.

El referente dijo que los costos fijos en una galería céntrica rondan los 8.000 pesos mensuales. "Vemos que lentamente se están ocupando algunos locales que llevaban muchos meses sin alquilar, esperemos que los dueños sigan en esta senda para que, en primer lugar, no se vacíe de locales el casco histórico y no tengan que afrontar ellos mismos los gastos de mantenimiento", consideró.

Bajas en las ventas

Los rubros que cerraron sus puertas comenzaron siendo los de indumentaria y productos que no son de primera necesidad. Luego siguieron otros y la situación terminó afectando tanto a los dueños de los locales como a los inquilinos. En todos los casos, los cierres fueron por bajas en las ventas y altos costos fijos.

"En algunas ocasiones logramos que los dueños entendieran que tienen que acompañar al inquilino en la crisis y sostenerlo porque no abundan. Con la experiencia de la crisis de 2001, muchos propietarios no dudan en mantener el precio de los alquileres en relación a la última renovación. Por eso, no vemos una desertización masiva a pesar de llevar tres años de baja en las ventas", apuntó Acosta.

No sólo los alquileres son una pesada carga, el costo de la energía es otro ítem que representa el 30 por ciento de lo que se paga por gastos centrales en el caso de las galerías comerciales.

Desde el sector se busca ser beneficiarios de una quita en las boletas, como se hizo con los rubros panadero y heladero. También se intenta atraer inversiones para la utilización de energías renovables que achiquen costos, como la implementación de paneles solares, que están en evaluación en las principales galerías céntricas por su alta inversión de implementación y su largo recupero.

"La crisis nos encuentra en nuestro máximo nivel de creatividad para evitar más cierres de comercios, como la reciente gestión para que se flexibilice el ingreso de los consorcios al sistema de micromedición de aguas provinciales y los comerciantes no paguen más por consumo presunto, sino por el consumo real", finalizó el dirigente rosarino.