A esta altura de la era digital, no deberíamos sorprendernos ante la presencia de trackers en las apps instaladas en nuestros celulares. Son sistemas que monitorean la actividad y que, de modos diversos, personalizan la experiencia de uso. De hecho, el término inglés se traduce a nuestro idioma como “rastradores” o “seguidores”.

Sí genera extrañeza (y también disgusto) que algunas funciones de los trackers estén ocultas, y que envíen información a terceros sin consentimiento.

Un ensayo reciente revela conclusiones que alarman, al notar que muchas aplicaciones para iPhone comparten información sensible de los usuarios, sin que éstos tengan conocimiento respecto a esa práctica.

Detalles del experimento

El periodista del Washington Post Geoffrey Fowler se prestó como “conejillo de indias” para esta experiencia, que contó con la colaboración de una firma especializada en privacidad. Usaron un programa que analiza las conexiones que hace el smartphone, y encontraron actividades cuanto menos reprobables.

Nuestros datos tienen una vida secreta en muchos de los dispositivos que utilizamos todos los días. Pero hay un gran punto ciego cuando se trata de las empresas de datos que investigan nuestros teléfonos", señala Fowler.

Fowler descubrió cerca de 5.500 trackers ocultos en apps instaladas en su iPhone personal. Y reveló que las herramientas no ofrecen opciones para desactivar el seguimiento.

Gracias al software especializado, encontraron que las aplicaciones envían datos personales como direcciones de email, número telefónico, dirección IP, operador de telefonía contratado, ubicación geográfica, espacio disponible en la memoria del equipo, e incluso huellas digitales.

“Nuestros datos tienen una vida secreta en muchos de los dispositivos que utilizamos todos los días. Pero hay un gran punto ciego cuando se trata de las empresas de datos que investigan nuestros teléfonos", dice Fowler.

El periodista contactó a los responsables de las apps que comparten esa información con terceros. Muchos de ellos señalaron que se trata de errores y que tras el reporte eliminaron los rastreadores. Pero oros indicaron que usan esos sistemas para mejorar la experiencia y rendimiento de las aplicaciones, además de para mostrar anuncios personalizados.

Consultados respecto a este hallazgo (que por cierto no afecta solamente a los iPhone, desde Apple comentaron que los desarrolladores deben explicitar cuando recopilan datos, informando al usuario antes de hacerlo. En este sentido, señalaron que cuando encuentran herramientas que no siguen esas pautas, restringen su presencia en la tienda o bien piden que modifiquen sus prácticas.