Gustavo Escalante habló con sobre el doble femicidio que tuvo como víctimas a su hija de 10 años y a su ex mujer de 34. En medio del dolor, explicó que el caso debe servir para que se pueda actuar a tiempo en otros.

 

La sociedad santafesina se encuentra conmovida tras el doble femicidio de una mujer y una niña de 10 años en el barrio Punta Norte. El hecho ocurrió en la mañana del domingo cuando un hombre entró a una vivienda y terminó con la vida de las dos mujeres a puñaladas. Luego de esto el femicida fue a la casa de su hermana y confesó el hecho diciéndole “me mandé una cagada”. Tras estas palabras, se da a la fuga, y es la hermana de este individuo la que denuncia el hecho al 911.

En el momento más difícil de su vida, Gustavo Escalante decidió hablar sobre el asesinato de su hija de 10 años y dijo que “era sabido que esto podía pasar y lo importante es que no vuelva a ocurrir en otros casos”.

“Me llamaron por teléfono cerca del mediodía para contarme lo sucedido. Cuando llegué las puertas estaban cerradas y estuve en la escena de los crímenes hasta que llegó la policía. Fue una vecina la que me llama y me cuenta lo sucedido. Agarré mis cosas y me fui urgente para el barrio”, dijo el padre de una de las víctimas.

Escalante fue pareja durante mucho tiempo de Verónica Ramirez. Fruto de ese encuentro tenían como hija a Valentina de 10 años. Hace un tiempo ya no estaban juntos y Ramírez había formado pareja con otro hombre, hoy prófugo y principal involucrado como autor del hecho.

“Valentina no vivía con ella. Había elegido estar conmigo y visitaba a su madre los fines de semana. Era una decisión que había tomado y la respetábamos. Justo ese día estaba dentro de la vivienda. No tengo más información del suceso ni como fue. Sólo se que estoy buscando unos papeles en homicidios para retirar el cuerpo de mi hija. Me enteré por los medios que mi hija esataba fallecida. La policía trabajo mucho tiempo y no nos daban información. Primero se dijo que eran dos mayores los fallecidos. Después nos enteramos que eran dos mujeres y una era mi hija".

Con respecto a la vivienda, Escalante dijo que esa vivienda fue su casa durante ocho años, despueés tras la separación quedaron viviendo en el lugar la mujer y su hija por un tiempo hasta que la niña decidió vivir con su padre. Valentina iba todos los viernes para estar con su madre y se quedaba el fin de semana.

Con respecto a los hechos de violencia, "eran de público conocimiento e incluso había denuncias en la policía por maltrato", según relató el padre de una de las víctimas. Además había una medida de restricción que prohibía al agresor acercarse a la vivienda de las víctimas.