Los melanomas son el tipo más serio y agresivo de cáncer de piel, cuya incidencia no deja de aumentar. La falta de información sobre prevención y factores de riesgo es una de las principales causas que genera que cada año se presenten cientos de casos que podrían evitarse.

El cáncer de piel se produce debido al desarrollo de células cancerosas en cualquiera de las capas de la epidermis. Además de los melanomas, también existen los carcinomas basocelulares y espinocelulares, que son más frecuentes y con mejor pronóstico.

Cada 23 de mayo se celebra el Día Mundial del Melanoma, una jornada que tiene como objetivo concientizar a la sociedad sobre la importancia de la prevención de esta enfermedad. En la mayoría de los casos, el cáncer de piel es evitable y curable si es detectado a tiempo y se toman los recaudos adecuados.

En concreto, si se detecta de forma precoz, el melanoma se puede curar en más de un 80 por ciento de los casos.

Según las últimas estimaciones realizadas por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), Argentina presenta una tasa de incidencia de 212 casos por 100 mil, lo que se considera media-alta, y se ubica en el séptimo lugar en Latinoamérica.

Para lograr reducir las chances de que aparezca esta enfermedad, lo más importante es tener fotoconciencia, es decir, entender que el sol es la causa de 9 de cada 10 casos de cáncer de piel y actuar en consecuencia.

La piel absorbe de forma continua la radiación ultravioleta que emite el sol a lo largo de toda la vida. La mayor parte de la exposición proviene del astro, aunque una parte puede darse en fuentes artificiales, como las cabinas de bronceado y las lámparas solares. Por eso, es necesario reducir el contacto con los rayos UV.

La fotoconcienca consiste en incorporar hábitos saludables de exposición a los rayos ultravioletas: usar ropa y accesorios adecuados como gorro o sombrero de ala ancha, ropa de trama apretada (con mangas), anteojos de sol con filtros para RUV, aplicarse abundante cantidad de protector solar, de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVB-UVA), con FPS +50, cubrir toda la piel expuesta y los lunares 30 minutos antes de ponerse al sol y renovarse cada 2 horas, así como evitar los horarios de mayor radiación solar (de 12 a 16).

Estos hábitos deben aplicarse durante todo el año y no solamente durante el verano, cuando la exposición a los rayos UV suele ser más frecuente y prolongada. Asimismo, se deben complementar con la consulta anual con un médico especialista y mantener un control de los lunares del cuerpo.

También es importante mantener un control de los lunares del cuerpo, al menos un minuto al mes. Para detectar si algo está fuera de lugar, lo más recomendado es seguir las reglas del ABCD: A de asimetría (si una mitad no sea diferente a la otra); B de los bordes (si son irregulares); la C de color (si varió), y D de diámetro; (más de 5 milímetros es sospechoso).

En ese marco, la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) y la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC) lanzaron la campañana “Los lunares están de moda”, que invita a promover el chequeo anual de estas manchas de la piel para detectar a tiempo cualquier tipo de anomalía.

La consigna es sacarse una foto con una prenda o complemento con lunares y subirla a las redes sociales con el hashtag #LosLunaresEstánDeModa e invitar a tus amigos o seguidores a que se sumen.