El dato abona la hipótesis de la fiscalía sobre las consecuencias de haber tardado 2.40 horas en cortar el gas tras la explosión del edificio.

La directora del Instituto Médico Legal, Alicia Cadierno, lo señaló ayer. Al menos tres de las 22 víctimas fatales de la explosión del edificio de Salta 2141 fallecieron por inhalación de monóxido de carbono. Y no por las lesiones traumáticas producidas por el derrumbe de una de las torres.

Los testimonios de los médicos legistas se manifestaron ayer en el juicio. Aabonaron la hipótesis de la fiscalía sobre las consecuencias de haber tardado más de dos horas ( 2.40 exactamente), en cortar el gas. Una demora que impidió el rápido ingreso de los rescatistas al lugar.

Autopsias

Cadierno fue la primera en relatar, una por una, las ocho autopsias que realizó después de la explosión del edificio ese fatídico 6 de agosto de 2013.

Según apuntó, la intoxicación por inhalación de monóxido de carbono se da cuando se produce una combustión incompleta de materia orgánica, como puede ser madera, o gases de hidrocarburos, como el gas domiciliario. La concentración de monóxido desplaza al oxígeno de la sangre y se produce una asfixia celular irreversible.

La intoxicación por inhalación de monóxido de carbono figura como la causa de muerte en las autopsias de Maximiliano Vesco, de 29 años, estudiante; Débora Gianangelo, 20 años, estudiante; y Maximiliano Fornarese, 34 años, visitador médico.

La directora del instituto médico legal relató que en ninguno de los cuerpos de estas tres víctimas se hallaron lesiones traumáticas que podrían aparecer como causa de muerte, tal como se pudo observar en las autopsias de otras víctimas. Sí, en cambio, se observaron "signos indirectos de intoxicación", explicó.

En todos los casos, se fechó el fallecimiento en el mismo 6 de agosto, a las 9.30. Cadierno aclaró que es difícil poder precisar el horario de la muerte. "Se estima sólo un rango horario. No se puede establecer un horario fijo", explicó.

Testigos

También declararon ayer como testigos los médicos legistas Germán Sánchez Caranicolis y María Susana Soplán. Ingresaron al poder judicial en agosto de 2013 y a ambos se les encomendaron tareas vinculadas a la explosión.

Sánchez Caranicolis elaboró el informe médico de María Beatriz López, quien falleció el 8 de octubre en el sanatorio Nuestra Señora del Rosario por complicaciones producidas por las graves quemaduras sufridas en "gran parte de su superficie corporal" y "en la vía aérea superior", generadas el 6 de agosto "por la exposición a fuego directo por la explosión", indicó el médico.

A Soplán le tocó analizar la documentación médica de "más de 40 lesionados" que habían estado internados en hospitales públicos y privados, en su mayoría personas jóvenes con lesiones "de moderadas a graves", generalmente producto "de politraumatismos" producidos durante la explosión o por "la inhalación de humo", tal como firmó en el informe fechado el 30 de diciembre de 2013.

La médica registró que los heridos no fueron sólo quienes habitaban el edificio siniestrado, "sino las personas que estaban en los alrededores y fueron alcanzados por la ola expansiva, ellos también sufrieron lesiones", apuntó.

Abonar la sospecha

Los testimonios de los médicos legistas podrían abonar la hipótesis, expresada por la fiscalía y la querella, sobre la existencia de una cadena de negligencias que se extiende incluso después de la explosión producida por un escape de gas, por ejemplo en el tiempo que demandó a la cuadrilla de Litoral Gas cortar el suministro luego del siniestro.

El día de los alegatos, la fiscal Graciela Argüelles recordó que se demoró 2.40 horas en cortar el gas, ya que la cuadrilla tuvo que romper los caños de las esquinas para obturarlos porque la instalación carecía de una llave de corte. Esa situación, advirtió, impidió el rápido ingreso de rescatistas al lugar.

El representante de la querella recordó también que la hija de sus representados, Débora Gianangelo, no murió en la explosión sino por inhalación de monóxido de carbono. Y preguntó a los jueces qué hubiera ocurrido si los equipos de rescate hubieran ingresado a tiempo.