Después de 28 años de pareja, ella terminó la relación. A él le impusieron restricción perimetral. También había amenazado a la hija.

Cristina Noemí Rodríguez, una empleada municipal, fue asesinada de un tiro por su ex esposo, un retirado de la Bonaerense. Fue cuando estaba en el festejo del cumpleaños de 15 de su nieta en el salón de fiesta “Peto Eventos”, ubicado en la localidad bonaerense de Marcos Paz. El acusado, Hugo Orlando Ibarra, tenía una orden de restricción perimetral.

El hecho

El sábado a la noche, la víctima estaba bajando de una camioneta junto a su nueva pareja y al hijo de 11 años de él para asistir al cumpleaños de su nieta. En ese momento, apareció Ibarra afuera del salón de eventos, empezó a gritarle a su ex mujer. Sacó una pistola Bersa calibre 9 y realizó un disparo a corta distancia que dio en la cabeza de Rodríguez. La mujer, quien trabajaba como telefonista en el hospital municipal de Marcos Paz, murió casi en el acto.

Luego del femicidio, Ibarra intentó escapar, pero fue atrapado por los mozos del salón en una casaquinta ubicada a pocos metros del lugar. El hombre fue apresado por uniformados de la Bonaerense, quienes habían sido alertados de lo sucedido por un llamado al 911. Los agentes secuestraron el arma de fuego con la que se cometió el crimen.

Sofía Ibarra, hija de Rodríguez y del ex policía, contó que su padre había dejado el auto “a mitad de cuadra del salón” donde se iba a realizar el festejo. Y que “apareció detrás de unas plantas” cuando la víctima bajaba de la camioneta junto a su nueva pareja. Según la joven, su padre gritó: “Viste que te encontré, hija de puta”, antes de dispararle en la cabeza a Rodríguez.

Violencia

La hija de la víctima explicó que sus padres habían estado casados durante 28 años. Y que en noviembre del año pasado Rodríguez tomó la decisión de terminar la relación. Según la joven, aunque Ibarra confesó que había sido infiel a lo largo del matrimonio, “le rogaba” a la mujer para que no lo dejara. A partir de la separación “la hostigaba permanentemente” por lo que Rodríguez decidió presentar una denuncia y la Justicia le otorgó una restricción perimetral.

Sofía aseguró que su padre “era una persona que tenía cero tolerancia al rechazo”, pero que mantuvo una relación fluida con él hasta que en los últimos días el expolicía comenzó a publicar estados de Whatsapp en los que hacía alusión a mensajes diabólicos, firmaba como Lucifer y se despedía de sus amigos.

La joven opinó que su padre quería matarla a ella también. Contó que hace unos días Ibarra se había acercado a la casa de su hermana, donde también tenía una restricción perimetral. Después, llamó a su padre para saber por qué se había presentado a pesar de conocer la medida judicial. “Callate hija puta, ya te voy a encontrar y te voy a matar”, le contestó.

El acusado se había retirado de la Bonaerense con grado de mayor y su último destino había sido la División Caballería de Pilar. El municipio de Marcos Paz publicó un comunicado en Facebook en el que expresó su “dolor y espanto ante este asesinato aberrante que se llevó la vida de una querida empleada” del hospital local. “Queremos abrazar a su familia en un momento de dolor tan injusto. Acompañamos todas las acciones que permitan que la Justicia se expida rápidamente y acompañamos también el dolor de las y los empleados municipales y de la comunidad en su conjunto que hoy se encuentra de duelo por nuestra compañera asesinada”, agrega.

El femicidio es investigado por el fiscal Sebastián Villalba, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial Mercedes, quien hoy indagará al ex policía.