Los testigos hablaron de los días previos a la explosión que le costó la vida a 22 personas el 6 de agosto de 2013.

Durante toda la jornada de ayer, los testigos hablaron de los días previos a la explosión del edificio de Salta 2141. De la inspección realizada por técnicos de Litoral Gas el 25 de julio, cuando se decidió cortar el suministro, los trabajos realizados por el gasista José Luis Allala. Y la forma en que se decidió rehabilitar el servicio. En esa secuencia cobró protagonismo una marca amarilla, dejada en la vereda del edificio por el primer inspector de la empresa. Era para indicar un trabajo que debía hacerse en la cañería que llegaba al edificio. Pero la obra nunca se contrató.

Advertencia

Así lo advirtieron Alejandro Schvartzman y María José Marc, director de Asuntos Jurídicos e inspectora municipal, respectivamente. El primero presentó el mail con el pedido para romper la acera enviado por Litoral Gas, a Marc le tocó fiscalizar si los trabajos se habían cumplido. "Inspeccioné el lugar el 5 de agosto, no había ninguna intervención en la vereda", sostuvo.

También Mauro Gauna, un plomero que trabajó junto al gasista Allala, se refirió a la señalización en la vereda. "No sé si la habrán hecho para cambiar la llave o el servicio", sostuvo y afirmó que luego de terminar su trabajo, "el cambio de piezas como nipples y codos", se fue a su casa mientras el gasista esperó a los técnicos de Litoral Gas que rehabilitaron el servicio.

Aclaraciones

En ese punto, la gerenta técnica de Litoral Gas, Viviana Leegstra, hizo "algunas aclaraciones". Explicó que la marca amarilla fue dejada por el primer reclamista de la empresa, Gerardo Bolaño, porque el 25 de julio había detectado "una pérdida de gas en los nipples y codo del regulador, además de una pequeña fuga en la válvula de bloqueo del servicio". Así lo indicó en el informe en el que asentó el corte del suministro.

Pero "cuando decide el cierre del suministro, lubrica la válvula y con esa lubricación nota que ésta había dejado de perder", explicó y recordó que el cambio de válvula de bloqueo es responsabilidad de la distribuidora y que, generalmente, con la válvula se reemplaza también la cañería que llega al gabinete de regulación ("el servicio").

El informe de Bolaño llegó después a las manos de otro empleado de la empresa, Fabián Ceso, encargado de cargar las planillas en el sistema de la empresa que, en forma automática, "dispara la orden de trabajo para que después se haga el cambio de servicio". La fiscalía citó a declarar a Ceso ayer, pero este se excusó argumentando cuestiones de salud.

La gerenta técnica de Litoral Gas expuso ante los integrantes del Tribunal que estos trabajos se ordenan según prioridades.

"En este caso en particular, como se trataba de una válvula lubricada que ya no perdía, no era necesario realizar el trabajo de cambio de servicio", explicó y apuntó que para corroborar esta situación se "envió a otro reclamista (Luis) Curaba, el 2 de agosto, para verificar que la válvula de servicio no perdía, por eso la orden de trabajo se cerró como improcedente. No era necesario hacer el cambio de servicio o de válvula", apuntó.

Leegstra, Bolaño y Curaba están imputados como responsables del delito de estrago culposo agravado por las muertes.