Profesionales realizaron con éxito una operación a un paciente con dos días de vida que presentaba una malformación congénita en el cerebro poco frecuente.

 

Por primera vez en la ciudad de Santa Fe, un equipo médico perteneciente al Sanatorio Santa Fe realizó con éxito una intervención a un paciente con dos días de vida que presentaba un aneurisma de la vena de Galeno.

La intervención estuvo a cargo del Servicio de Angiografía del departamento de Neurología Intervencionista del Sanatorio Santa Fe. “Es el caso de un bebé recién nacido al que se le detectó una anomalía correspondiente con una malformación congénita que se llama aneurisma de la vena de Galeno”, explicó el doctor Alejandro Musacchio, neurocirujano endovascular y responsable de la intervención.

"Esta malformación congénita consiste en una vena normal que no logra terminar su desarrollo, quedando una vena dilatada con múltiples fístulas (la fístula es una conexión anormal entre una arteria y una vena, en la cual la sangre fluye directamente desde una arteria hacia una vena, omitiendo algunos capilares) a las arterias que van directamente a la vena y pueden generar una hidrocefalia”, explicó el doctor.

En 25 años solo se trataron dos casos en la provincia de Santa Fe, uno en Rosario, cuyo paciente hoy tiene 15 años y el reciente que solo cuenta con tres meses de vida.

El especialista destacó el hecho de que el caso se pudo abordar y tratar en la ciudad gracias al desarrollo tecnológico que posee la institución. “Eso es lo que nos permite abordar este tipo de casos que son sumamente complicados en un bebé recién nacido”, agregó el consultado.

"Con dos días de vida este es el único tratamiento que se puede realizar, ya que la cirugía convencional no existe y si se lo deja a su libre albedrío se muere", agregó Musacchio.

Tres horas, dos intervenciones

El procedimiento demandó un total de tres horas y constó de dos intervenciones, la primera fue más rápida en donde se ingresó a la arteria y se le colocó un catéter. Mientras que la segunda operación demandó dos horas y media ya que en este último caso se debía captar la arteria femoral cuyo tamaño es mínimo.

"Lo que se hace habitualmente es tratar de cerrar las fístulas, la arteria que llega a la vena directamente para luego proceder a rellenar la vena de Galeno con múltiples espirales de platino y terminar de tapar", explicó el neurocirujano. Lo primero que se hizo fue disminuir la insuficiencia cardíaca para luego cerrar la vena de Galeno y que no exista ningún problema neurológico por falta de circulación en el cerebro.

“Este es el tipo de caso más sencillo pero más grave, hay otros que tienen malformaciones intermedias, esto es fístula directa o sea de arteria a vena. Los resultados son muy buenos", evaluó el profesional.

El paciente, que pesó tres kilos, fue dado de alta al mes de la intervención y tendrá un desarrollo normal, a pesar de que deberá realizarse controles neurológicos.

Desde la entidad destacaron el nivel de profesionalismo del equipo, así como también el nivel de tecnología con el que se cuenta para llevar adelante este tipo de procedimientos.