El obrero y delegado había ido a apoyar a empleados de la empresa, que se oponían a un bloqueo organizado para denunciar despidos.

Un trabajador y delegado gremial de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) falleció ayer de un infarto. Fue cuando se encontraba en el medio del conflicto desatado a raíz de los despidos en la fábrica de electrodomésticos Electrolux. En la puerta de esa planta se vivieron momentos de fuerte tensión e incidentes entre obreros despedidos, junto a manifestantes que en su apoyo mantenían un acampe en reclamo de su reincorporación y empleados de la fábrica. Estos, respaldados por el sindicato, buscaban sortear el bloqueo al ingreso de insumos para seguir trabajando.

Conflicto

En ese contexto fue que Edgardo Benedetti, trabajador metalúrgico de la fábrica Cym Materiales, de Soldini, se acercó al portón de Electrolux. Fue para dar su apoyo a los trabajadores que no fueron cesanteados y que reclamaban que se permita el ingreso de insumos a la fábrica. En medio de la tensión entre ambos grupos, el delegado metalúrgico mantuvo una discusión durante la cual se descompuso. Y, aunque fue asistido por sus compañeros, falleció. El sindicato metalúrgico culpó a los manifestantes que trataban de impedir el paso de los camiones de retrasar el ingreso de la ambulancia. Los participantes de esa manifestación rechazaron esa acusación.

Lucha contra los despidos

Lo cierto es que el conflicto laboral en Electrolux terminó de la peor manera. La empresa despidió hace unos diez días a una veintena de trabajadores, argumentando la caída de producción y ventas provocada por la crisis económica. La UOM firmó un acuerdo con la empresa para evitar nuevas cesantías. En la fábrica trabajan unas 800 empresas. Pero como no hubo marcha atrás con los telegramas ya enviados, los despedidos comenzaron un acampe frente a la planta. Este incluyó el bloqueo del ingreso de camiones con insumos. Los obreros que mantuvieron su trabajo, con el respaldo del gremio, votaron a favor de continuar la producción, más allá de expresar su solidaridad con los cesanteados.

El martes la Justicia rechazó un pedido para desalojar el acampe. Ayer, trabajadores que siguen ocupados en la fábrica ubicada en Batlle y Ordoñez al 3400 salieron a la calle para descargar e ingresar con un pasamanos los materiales de los camiones varados. "Hace una semana que pedimos a las autoridades que intervengan para que despejen el portón, corren riesgo 800 puestos de trabajo", dijo Silvana, delegada de la UOM en Electrolux, quien manifestó que "en una asamblea de tres horas en la fábrica se adoptó esa decisión, sin perjuicio de que se expresó la solidaridad con los compañeros despedidos".

La disputa fue escalando. De un lado había obreros cesantes, con el apoyo de organizaciones políticas y sociales. Del otro, empleados de la fábrica que querían seguir trabajando, apoyados por dirigentes y delegados metalúrgicos de distintas fábricas. Unos denunciaron la presencia de una patota. Los otros aclararon que "eran todos obreros y delegados convocados por los compañeros de Electrolux para respaldar su decisión de sortear el bloqueo".

Agresiones

Pasado el mediodía se registraron incidentes, con intercambio de golpes. Los que sostenían el bloqueo denunciaron que una patota avanzó directamente para golpearlos. Desde la UOM señalaron que el único choque se produjo cuando los manifestantes demoraban, con su bloqueo, el ingreso de la ambulancia que había sido convocada para asistir a Barberis.

"La situación del conflicto tomó ribetes inesperados y lamentables", señaló el gremio metalúrgico a través de un comunicado en el que reclamó "por la paz social y el fin del conflicto". Sobre el final de la tarde, en medio de la consternación por la muerte del delegado metalúrgico, Antonio Donello, secretario general de la UOM, se quejó porque las autoridades provinciales no garantizaron la presencia de seguridad para evitar incidentes.

"Se nos ha muerto un compañero producto de la locura de personas que negaron el paso de la ambulancia para su atención, la situación pasó todos los límites, llamamos a la cordura", reclamó la UOM. El abogado del gremio, Pablo Cerra, denunció: "Más de diez veces me comuniqué para que mande a la policía porque esto se veía venir". Aseguró que "los trabajadores ya habían decidido dos veces en asamblea que querían trabajar, que se solidarizaban con los despedidos pero entendían que era el mal menor". Y se preguntó: "¿Por qué no levantaron el bloqueo?".

Comunicado de los trabajadores

A través los abogados Celia Tidoni y Agustín Comas, el sector de los obreros despedidos y las organizaciones que se solidarizaron con ellos, expresaron que el comunicado de la UOM intenta "falsear los hechos".

"En ningún momento del día de hoy se interrumpió el paso de ninguna ambulancia para entrar o salir de la planta, es una mentira alevosa", señalaron y dijeron que "así consta en un video" que difundieron por redes sociales y enviaron a los medios de prensa.

Repudiaron que "la dirección de la Unión Obrera Metalúrgica quiera utilizar este hecho contra los trabajadores despedidos que reclaman legítimamente por sus puestos de trabajo", y denunciaron que el gremio "dispuso de una patota para intentar levantar el acampe por la vía de la represión paraestatal".

El contexto general de estos conflictos es una política económica que derivó en una crisis feroz que provoca despidos y víctimas entre los trabajadores.