En menos de una década el movimiento de micros disminuyó un 43 por ciento. Los estudiantes ya no viajan más cada fin de semana.

La Terminal de Omnibus Mariano Moreno muestra una cara más de la crisis económica en el transporte. En menos de una década, la cantidad de micros que entran y salen de la estación de colectivos de larga distancia descendió un 43 por ciento. Un porcentaje que encendió todas las alarmas. A modo de ejemplo, se destaca un cambio de hábitos de consumo: los estudiantes universitarios dejaron de viajar los fines de semana a sus hogares.

Indicadores

"En el año 2010 estábamos en 1.200 colectivos por día que entraban y salían de la Terminal. En este momento estamos en 516 coches", comparó el titular del ente que administra la estación, Orlando Debiassi, para explicar que en menos de una década la retracción en la actividad fue del 43 por ciento.

Otro indicador que expresa muestra a las claras el impacto de la crisis económica fue el movimiento durante la última Semana Santa. "En esos cuatro días se pusieron sólo ocho refuerzos, cuando en otras épocas no eran menos de 400. Realmente es muy mala la situación", enfatizó Debiassi.

Un ejemplo que grafica otra postal de la malaria es el movimiento de los estudiantes universitarios que vienen a Rosario a cursar carreras terciarias y universitarias durante la semana, y regresan a sus lugares de origen los fines de semana.

"Habitualmente los viernes venían a la Terminal y regresaban los domingos. Estábamos acostumbrados a ver por acá estudiantes todos los fines de semana, y en forma nutrida. Ahora vuelven cada 20 días y otros dejaron de estudiar, un panorama bastante sombrío", describió el funcionario.

Servicios a Capital

Otro termómetro para medir la actividad es la frecuencia de servicios a Capital Federal. Antes de la profundización del ajuste había coches cada 20 minutos. Hoy hay momentos del día en que salen cada hora y media.

En cuanto al movimiento comercial dentro de la Terminal y el consumo en los locales, Debiassi detalló que a diferencia del 43 por ciento en el transporte, la caída ronda el 30 por ciento.

Ese descenso en la actividad se venía pronunciando en los últimos años. Un informe de la Fundación Banco Municipal de diciembre pasado ya había identificado una baja de casi el 1,5 por ciento entre 2017 y 2018. "Los arribos y salidas de micros muestran un comportamiento decreciente desde 2011", remarca el estudio.

El fenómeno low cost

"Desde 2013 a 2017 es esperable que la disminución de pasajeros en micros de media y larga distancia haya tenido como contrapartida la utilización de medios de transporte sustitutos como autos particulares, remises y aviones", indica el informe de la Fundación Banco Municipal.

En efecto, las medidas desregulatorias en el sector del transporte aéreo (quita de precios máximos, nuevas rutas y llegada de empresas low cost) contribuyeron a generar una abrupta rebaja en el precio de los pasajes aéreos entre Rosario y Capital Federal.

La relación de precios entre ambos sistemas de transporte llegó a una estrechez histórica: mientras en julio de 2017 un pasaje de avión costaba aproximadamente siete veces más que un boleto de micro, durante el primer semestre de 2018 la diferencia osciló entre 2 y 4 veces más.

Las empresas de larga distancia exigieron medidas para competir, pero los tickets aéreos se volvieron a acomodar a márgenes más amplios, achicando la brecha. Para atender esta situación, el gobierno nacional lanzó pasajes de colectivos "low cost" para que las empresas pudiesen vender hasta el 95 por ciento de descuento.

Los costos de los combustibles, repuestos y salarios se devoraron el anuncio en pocos meses, ya que resultó inaplicable en el tiempo. Al cóctel hay que agregarle la recesión y la pérdida de poder adquisitivo de los sectores asalariados a raíz de la devaluación.

En la planilla de datos de la Fundación Banco Municipal se ven diferentes evoluciones: ventas estables desde 2003 a 2005, un pico de suba a partir de 2006 que dura un lustro y una pendiente cada vez más pronunciada desde 2012, con una gran pendiente hacia abajo desde 2016.