El acto principal se realizó en la rotonda de la ciudad de Villa Ocampo que fuera escenario de la revuelta de los trabajadores como respuesta al cierre del ingenio azucarero Arno.

La ciudad de Villa Ocampo, departamento Gral. Obligado, realizó un importante acto en el marco del aniversario de la histórica revuelta popular denominada Ocampazo. Con el acompañamiento del Ministerio de Innovación y Cultura, recordaron la primera de una serie de manifestaciones a las que luego le sucederían el Rosariazo y el Cordobazo.

Para dejar inscripta en la memoria aquella fatídica jornada, la municipalidad de Villa Ocampo, junto a una comisión formada ad hoc, inauguraron la colocación de una serie de mojones y una gigantografía en aquellos sitios más relevantes que dejó marcados el Ocampazo.

“El Ocampazo” fue seleccionado como uno de los proyectos emblemáticos de la convocatoria 2018 del programa Territorio de Encuentros, del ministerio de Innovación y Cultura, por lo que recibió financiamiento y acompañamiento técnico para facilitar su realización.

Paulo Ricci, secretario de Desarrollos Culturales de la provincia, señaló que “para el ministerio de Innovación y Cultura es un placer y un orgullo poder estar en Villa Ocampo y ver materializadas las ideas que leímos hace más de un año en aquel proyecto ganador de Territorio de Encuentros. Es imprescindible mantener viva la memoria del Ocampazo. Para las generaciones más jóvenes es fundamental saber por qué ocurrió, qué reclamaban y quiénes lo protagonizaron”.

Además, Paulo Ricci agregó que “felicitamos a los ciudadanos de Villa Ocampo por mantener viva la memoria, por haber concretado este proyecto cultural. Yo los incito a seguir recuperando testimonios, fotografías y a seguir trabajando a través del arte por la historia de nuestra provincia”.

Enrique Luis Paduán, Intendente de la ciudad, remarcó en el acto que “hay que seguir trabajando para mantener viva la memoria y esto nos tiene que servir para pensar el presente y la realidad que nos toca vivir. El Ocampazo no fue un hecho aislado, fue producto de un proceso histórico”.

Finalmente, Paduán remarcó que “hoy ya no tenemos más la caña de azúcar y tenemos que repensar nuestra realidad para desarrollar nuestro pueblo y mejorar nuestro futuro comunitario”.

TODO ESTÁ GUARDADO EN LA MEMORIA

El 11 de abril de 1969 se recuerda como el día en que la ciudad del norte santafesino reaccionó ante una situación injusta que dejaba a muchos trabajadores sin posibilidades de sostener a sus familias debido al atraso en el pago de sus jornales por el cierre del ingenio azucarero Arno.

El conflicto, que había comenzado meses antes con la instalación de ollas populares, hizo eclosión ese día cuando se organizó la denominada “Marcha del Hambre” que convocó a trabajadores, dirigentes, familias y vecinos en lo que fue una verdadera pueblada. Para visibilizar su reclamo y el de los pueblos fantasmas que había dejado el cierre de La Forestal en el norte santafesino (Villa Guillermina, Villa Ana, Tartagal, Fortín Olmos, La Gallareta), idearon una convocatoria que no pasaría desapercibida; y que tenía como destino la Casa de Gobierno de Santa Fe.

Respondiendo al aviso del campanario de la Iglesia, una importante columna encabezada por el líder de la CGT de los Argentinos, Raymundo Ongaro, partió desde la sede del Sindicato Azucarero, recorriendo el centro de la ciudad e intentando llegar a la Ruta Nacional 11. La respuesta de las fuerzas del orden no demoró en llegar y reprimieron con violencia el paso de los manifestantes, muchos de los cuales se refugiaron en el Salón Parroquial y otros se trasladaron hasta la Municipalidad para reclamar la renuncia del intendente; mientras que los detenidos fueron alojados en la Guardia Rural “Los Pumas”.