El gobierno provincial manifestó su preocupación por una problemática que debe ser controlada y que repercute en la cotidianidad de los santafesinos.

 

El gobierno de la provincia expresó una profunda preocupación por la falta de regulación de la actividad de los llamados “trapitos” en la ciudad.

La problemática se extiende a toda la provincia. En Rosario, a fines de marzo, se desarrolló una “batalla campal” entre cuidacoches, según relataron los vecinos de calle Balcarce y Brown. Hubo agresiones físicas y autos que terminaron con piedras en su interior con rotura de chapas y vidrios explotados.

El secretario de Coordinación de Gabinete y Articulación con el Poder Judicial, Pablo Cococcioni, aseguró que las autoridades provinciales se encuentran acorraladas ante los incesantes reclamos de los ciudadanos ‘víctimas’ de circunstancias delictivas y violentas que involucran a trapitos.

Sin embargo, “hay un lugar donde tiene que resolverse esto y es en el ámbito municipal”, sostuvo. “el ejecutivo municipal tiene que regular el uso del espacio público, y cuando hay delito podemos intervenir nosotros”, argumentó.

En este sentido, hay que destacar las legislaciones de algunas ciudades como Rafaela, donde la tarea de trapitos, cuidacoches y limpiavidrios está reglamentada, convirtiéndolos en un mecanismo de recaudación municipal. En cambio, en la ciudad de Buenos Aires, la Legislatura porteña sancionó el nuevo Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires a fines del 2018, el que, entre otras cosas, prohíbe la actividad de los “trapitos” y los “limpiavidrios”.

Por otro lado, Cococcioni explicó: “no digo que hay que prohibirlo o no prohibirlo, hay que regularizarlo”.