Fue el que le puso el centro al “Ploto” Gómez en el segundo gol de la histórica victoria de 1964 contra el equipo de Pelé.

 

Llevaba siempre una camiseta rojinegra con la leyenda “Yo le gané al Santos de Pelé”. Apareció en Colón en aquellos tiempos complicados de la década del 60, cuando el club venía de jugar en la “C” y pretendía, de la mano de un histórico como el “Chengo” Canteli, transitar con decoro el campeonato de la B y buscar la hazaña de jugar en Primera.

Luis “Motoneta” López, hincha fanático de Colón, era uno de los jugadores que tenía el “Chengo” en aquél equipo. Y a Italo Giménez se le ocurrió la loca idea de hacer que ese equipo de Colón se enfrente con el Santos, bicampeón del mundo y con el mejor de todos en sus filas: Edson Arantes Do Nascimento (Pelé). La noticia conmovió al mundo sabalero, porque este martes, a los 82 años, dejó de existir Luis “Motoneta” López, el hombre que le tiró el centro al “Ploto” Gómez para que Colón logre la gran hazaña de la victoria ante el mejor equipo del mundo.

Cementerio de los Elefantes

El 10 de mayo de 1964 Colón le ganó al Santos de Pelé por 2 a 1 y terminó con un invicto de 43 partidos del que era considerado el mejor equipo del mundo. Así nació la leyenda de “El Cementerio de los Elefantes”, porque en esa cancha morían los grandes.

El Colón de José Canteli alistó a Juan Luis Pérez; Carlos Larpín, Juan Bareiro, Alberto Raúl Poncio y Ediberto Pérez; José Luis Broggi, Cilenio López, Luis Cabaña y Norberto Serenotti: Luis López y Fernando López.

Santos lo hizo con Gilmar; Lima, Modesto, Joel y Giraldinho: Almir y Zito; Peizinho, Coutinho, Pelé y Pepe. Pelé puso el 1 a 0 a los 37 de primer tiempo, empató Fernando López a los 6 minutos del complemento y el “Ploto” Gómez puso el 2-1 sobre la hora, después del centro del hombre que dejó de existir.

“Motoneta”, a quien se lo veía asiduamente por el estadio del barrio Centenario siguiendo siempre a su querido Colón y también trabajando en el club, sufrió un infarto mientras estaba observando el partido entre los sabaleros y San Martín de San Juan. Fue inmediatamente hospitalizado y reanimado en el Cullen, pero este martes dejó de existir.